Miquel Porta Perales-El Debate
  • Como toda secta que se precie, los miembros del PSOE de Pedro Sánchez –que se ha apropiado del partido- son las piezas de un engranaje –militantes, oportunistas y personal contratado– al servicio incondicional de un líder autocrático

Sin dilación:

1. Porque ha conseguido el control relativo del ambiente a través del dominio de los medios de comunicación oficiales y de buena parte de los privados. Para ser controlado, el ser humano –cuya mente absorbe una gran cantidad de información de índole diversa- necesita ser aislado de las influencias externas. Así se demoniza a un adversario convertido en enemigo. Así se construye una personalidad duplicada. Así aparece la identidad sectaria.

2. Porque ha saldado con éxito relativo un ejercicio de manipulación mística, o espontaneidad planificada, que ha generado un líder por la vía de la consigna, el mensaje y la movilización. Un relato que, repetido sin solución de continuidad, estimula mecánicamente una determinada respuesta espontánea que consolida la convicción inducida. Se acaban las dudas. Se reafirma la verdad. Se fortalece la idea de un destino grato que se encuentra en el futuro inmediato. Una psicología del peón que consigue que la víctima del engaño no perciba que es el sujeto paciente de una manipulación.

3. Porque ha dado satisfacción ilusoria a la demanda de pureza de un «nosotros» inventado que se enfrenta a un «ellos» también inventado. Una demanda de pureza que necesita una asociación que aglutine a ese «nosotros» que te convierte en miembro de un colectivo moralmente superior.

4. Porque ha logrado la adhesión, espontáneamente organizada, de los miembros del grupo. Una confesión –lo que nosotros pensamos y lo que nosotros creemos: el guion preestablecido del líder arrogante– que ofrece vía libre a los protagonistas y los guías de la causa y la verdad. Sin errores. Sin desviaciones. Con humildad. Con democracia. dicen.

5. Porque ha sido capaz de elaborar e impartir una doctrina –una ciencia sagrada–, irrefutable por definición, en un contexto en que la duda es una forma de heterodoxia o rebeldía inadmisible e intolerable. Así se inhibe la individualidad. Así se afirma la verdad establecida. Así se moviliza la causa que todo lo justifica.

6. Porque ha creado una carga de lenguaje que deifica personas, palabras, imágenes, hechos, programas o proyectos del «nosotros puro». Una carga de lenguaje que, a su vez, demoniza personas, palabras, imágenes, hechos, programas o proyectos del ellos impuro. Una neolengua que define/delimita un espacio limpio y una concepción de la verdad. Una neolengua confiere un signo de distinción y un carnet de pertenencia.

7. Porque ha modelado una persona –persuasión coercitiva– que se adapta al grupo mediante unos lazos verticales, horizontales y transversales. Un grupo que asume colectivamente las decisiones tomadas.

8. Porque ha elaborado una lista –dispensación de la existencia– que registra a quienes forman parte del «nosotros puro» y a quienes dan la espalda a la verdad y a la causa engrosando las filas del «ellos impuro».

Las características propias de una secta, que ustedes acaban de leer –resumidas y adaptadas a la familia socialista sanchista–, pertenecen a un ensayo de Robert Jay Lifton –profesor e investigador en la Escuela de Psiquiatría de Washington, la Universidad de Harvard y la Universidad John Jay de Nueva York– titulado Reforma del Pensamiento y la Psicología del Totalismo (1961), del cual no existe traducción en legua española. Una reforma del pensamiento que modula y controla a la carta la concepción del mundo, el pensamiento, la ideología, el proyecto y la acción de los individuos.

Como toda secta que se precie, los miembros del PSOE de Pedro Sánchez –que se ha apropiado del partido- son las piezas de un engranaje –militantes, oportunistas y personal contratado– al servicio incondicional de un líder autocrático que odia cualquier disidencia. Los fundamentos dogmáticos de la secta: la culpa es siempre de la derecha, los periodistas, los de arriba, los jueces y los sospechosos habituales cuyo objetivo es derrocar el gobierno progresista del líder; hay que exacerbar la división social en beneficio de los intereses del líder.

El índice de sumisión –el sometimiento del juicio propio de la secta-, alcanzado por el PSOE de Pedro Sánchez, nos remite al Discurso de la servidumbre voluntaria (1548) de Étienne de la Boétie. Ese poder que se vale de artificios y trucos, que se sostiene gracias a unos círculos de beneficiarios, incondicionales y cómplices. Ese poder que se sostiene también gracias a unos hombres que prefieren ser siervos a ser libres.

Lo que sorprende a nuestro filósofo ya en el siglo XVI: «ver un millón de millones de hombres servir miserablemente, teniendo el cuello bajo el yugo, no constreñidos por una fuerza muy grande, sino que en cierto modo parecen encantados y prendados por el solo nombre de Uno». Lo que pregunta el filósofo: «¿De dónde proviene este servilismo? ¿Son serviles los hombres porque son cobardes o ruines o viles? La conclusión que saca el filósofo: “Son pues los pueblos los que se dejan o, más bien, se hacen someter, ya que para librarse de ello bastaría con que dejasen de servir».

Del mismo modo que los genes se propagan por la biosfera pasando de un cuerpo a otro, los memes –la unidad de información cultural que se transmite de individuo a individuo, por decirlo a la manera del zoólogo Richard Dawkins en su ensayo El gen egoísta, 1976- se propagan también por la noosfera saltando de un cerebro a otro a través de soportes diversos. Si una idea cuaja en algunas mentes, podemos afirmar que se ha convertido en un meme que se replica. La secta.