- Lo que corresponde es que el país agresor devuelva lo que no es suyo, pague las indemnizaciones que correspondan por lo que ha destruido y Putin sea llevado ante el Tribunal Penal Internacional
Mañana se cumplen seis meses desde que Vladimir Putin dio la orden de iniciar la invasión de Ucrania, tiempo durante el cual han continuado las agresiones y los bombardeos y, con ellos, las violaciones de derechos humanos y los crímenes de guerra contra los ucranianos. Durante este tiempo, Putin ha provocado miles de desplazados, heridos y muertos, población civil incluida. Aunque los medios de comunicación presten ahora menos atención a este asunto que al principio, el drama para los ucranianos que siguen vivos continúa y cada día sigue siendo una agonía.
A pesar de que el sátrapa ruso confiaba en descabezar rápidamente al gobierno de Ucrania para, de ese modo, hacerse con el control del país, convertirlo en títere de sus intereses, ampliar su área de influencia y ensanchar su territorio, sus deseos no se hicieron realidad, en parte por la respuesta internacional y en parte por la resistencia del pueblo ucraniano liderado por su presidente, Volodímir Zelenski. Pero es habitual que el pez grande se coma al chico y que impere la ley de la selva y del más fuerte y, desgraciadamente, el apoyo internacional a la causa democrática de Ucrania se debilita por intereses comerciales, económicos y energéticos y Rusia logra nuevos apoyos exteriores. Y muchos quieren tomar posición en la nueva situación política que surja, como buitres carroñeros.
«Zelenski aleja la expectativa de paz en Ucrania», titulaba hace unos días El País. Ahora resulta que defender a tu país y la democracia es alejar la paz, y supongo que rendirse a la bota imperialista y criminal de Putin es acercarla. Por lo que parece y según esta teoría, Churchill y los demócratas europeos tendrían que haberse rendido ante la pujanza de Hitler para evitar de esa forma quebraderos de cabeza y supuestos males mayores. Por la paz un avemaría y aquí paz y después gloria. ¿Por qué hay tanto miserable pidiendo a Zelenski que se rinda?
No es de extrañar. Si desde el inicio de la invasión y mientras se bombardeaba sin compasión a la población civil ucraniana hemos tenido que soportar el «ni con unos ni con otros» o el «algo habrán hecho» de toda la vida, ahora cobra fuerza la idea de que, si Zelenski no se rinde y no entrega su país a Putin, será tan responsable de los muertos ucranianos como el que dispara sobre ellos.
Es semejante a lo que nos decían a quienes nos negábamos a negociar con ETA: «¡Enemigos de la paz! ¡Rendíos! ¡Negociad ya!». Salvo unos pocos despistados o ignorantes, los que nos decían aquello eran fundamentalmente los equidistantes, los que confiaban en sacar rédito político de la rendición de los demócratas y, obviamente, los partidarios de la banda. Pero luchábamos por la democracia y era una cuestión de principios y de justicia, por lo que, a pesar de la presión para que nos rindiéramos, algunos nunca cedimos al chantaje de las bombas. Es semejante a lo que está ocurriendo en Ucrania. Los que piden a Zelenski que se rinda son aquellos que ven los problemas desde la distancia, los equidistantes de toda la vida, los que atisban algún tipo de rédito político en el horizonte o los partidarios del sátrapa ruso. Hay otros bienintencionados que prefieren que no muera más gente por incomodidad moral y razones de conciencia: «¡Aparta de mí estos muertos!». Pero a estos habría que recordarles que rendirse ante los dictadores es pan para hoy y hambre para mañana. Que a la larga todo sería peor. Y que negar el apoyo a quien está siendo invadido por un criminal es una mezquindad y una cobardía.
Habría que recordarles que rendirse ante los dictadores es pan para hoy y hambre para mañana. Que a la larga todo sería peor. Y que negar el apoyo a quien está siendo invadido por un criminal es una mezquindad y una cobardía
No seré yo quien diga al pueblo ucraniano lo que debe hacer pero, si decide defender su territorio y su democracia como está haciendo, qué menos que apoyarlo. No puede impedirse que un pueblo decida ceder ante la ley del más fuerte… pero no parece que sea el caso y siguen dispuestos a defender su dignidad. Y el planteamiento de Zelenski de «solo negociar si Rusia abandona todos los territorios ocupados» me parece impecable. Puesto que ha sido violada su soberanía y su independencia, lo que corresponde es que el país agresor devuelva lo que no es suyo, pague las indemnizaciones que correspondan por lo que ha destruido y Putin sea llevado ante el Tribunal Penal Internacional. Cualquier final que no sea este o parecido será un fracaso, una vergüenza y una injusticia.