EL MUNDO – 14/06/16 – ARCADI ESPADA
· La perversión del método estadístico, mediante la reducción de las encuestas a la expresión de la voluntad de sus promotores, es una de las calamidades del periodismo español. Pero nunca se cayó tan bajo como la prensa socialdemócrata este último domingo: «La mayoría del PP acepta que se vaya Rajoy para tener Gobierno. Un 57% de votantes del partido conservador y un 74% del total respaldan esta solución». Por si algún lector estaba en un agujero negro y ha logrado salir (parece que Hawking ha encontrado un camino) debo aclarar que la encuesta se ha publicado, no en plena negociación postelectoral, sino 15 días antes de las elecciones.
Lo que supone que la mayoría de votantes del PP van a votar doble: por Rajoy y por que Rajoy se vaya. La melopea demoscópica describe el estado de desesperación de la izquierda española. Rota entre la indigencia populista y su religioso anatema a la derecha, dicta su harapienta cláusula para la gran coalición: que el Partido Popular pague el precio de apartar a su líder.
El que la propuesta haya sido dictada antes del voto permite apreciar su indignidad política y el desprecio que supone para los millones de votantes del PP. En la anterior y fracasada negociación postelectoral llegó a parecer normal que algunos medios y algunos políticos exigieran la retirada del ganador de las elecciones.
Por el contrario, con esta decisión previa se evitan incómodos problemas. Cuando gane Rajoy todo el mundo sabrá que los que de verdad han ganado son los que piden la retirada de Rajoy. Ya disfruto expectante el momento en que desde el balcón de Génova el presidente celebre su victoria y anuncie su partida: «Porque así os lo prometí, si ganaba», dirá. Si Hawking quiere la confirmación de los presupuestos cuánticos solo tiene que viajar por el agujero agusanado de la opinión española.
Pero hay que ser constructivo. El trabajo del periodista responsable no solo puede consistir en demoler. De ahí que le plantee a la demoscopia socialdemócrata una juiciosa alternativa: vayan la semana próxima donde Sánchez y pregunten cuántos de sus militantes son partidarios de reconocer el derecho de autodeterminación a Cataluña y émulos. Es la única pregunta política española que tiene sentido. Y la única respuesta verdadera a la gran coalición. Sí, ya sé que cuando le preguntan por la Gorda el pueblo socialista dice ¡No! unánime. Pero al pueblo, como a cualquier culpable, solo se le deben hacer preguntas indirectas.