Antonio Rodríguez-Vozpópuli
Felipe VI iniciará las consultas con los partidos políticos el 10 de diciembre, justo el día de la toma de posesión del ‘peronista’ Alberto Fernández. El Gobierno quería que el jefe del Estado estuviese primero en Buenos Aires pero La Zarzuela ha impuesto a Moncloa el calendario de las audiencias regias
El malestar en La Zarzuela con La Moncloa por cómo está actuando Pedro Sánchez en las últimas semanas, sin haber sido designado aún candidato a la Presidencia del Gobierno, ha terminado en un sonoro portazo: Felipe VI no irá a Argentina a la toma de posesión del peronista Alberto Fernández el próximo 10 de diciembre ya que ese día quiere iniciar las consultas con los líderes políticos de cara a la investidura del líder del PSOE, según informaron fuentes de la Casa Real a Vozpópuli.
Después de la histórica visita de Estado de los Reyes a Cuba, que ya provocó roces entre La Zarzuela y Moncloa, el Gobierno en funciones de Sánchez mostró su deseo de que Felipe VI estuviese en la toma de posesión de Fernández, vencedor en los últimos comicios presidenciales en Argentina. Una decisión que fue interpretada en círculos diplomáticos como otro claro guiño a la izquierda bolivariana y, por extensión, a Podemos en plena negociación del nuevo Ejecutivo de coalición.
En Moncloa se veía compatible ese viaje oficial a Argentina con unas consultas que comenzasen el miércoles 11 de diciembre y terminasen el día 13, a pesar de haber una cumbre europea de por medio. Se argumentó que Sánchez podía regresar de Bruselas el viernes por la tarde para su encuentro con el Rey.
Sin embargo, La Zarzuela ha impuesto a La Moncloa el calendario de las audiencias regias, que empezarán el 10 de diciembre, tras el puente festivo de la Constitución. La intención de Felipe VI es iniciar ese martes las reuniones políticas en su despacho y que se prolonguen hasta la tarde del jueves, con el fin de que luego Sánchez ponga rumbo a Bruselas para la citada cumbre europea.
El Rey, la última palabra
El artículo 99 de la Constitución confiere al jefe del Estado la celebración de estas consultas como paso previo para la propuesta de un candidato a la Presidencia del Gobierno, así que las fechas para ello son una potestad regia. Y el Rey ha tenido la última palabra, aún sorprendido ante los movimientos de Sánchez con Pablo Iglesias, en el que incluso se han hablado de los sillones del Consejo de Ministros, en contraste con la inacción de la pasada legislatura fallida en la que el líder del PSOE no movió ningún dedo hasta que el Rey le hizo el encargo de someterse a una investidura en julio.
Es muy posible que en el mismo día 3 de diciembre, en el que el nuevo presidente del Congreso -seguramente Meritxell Batet– informe al monarca de la constitución de las Cortes, este le pida que informe a los partidos del inicio de las consultas en la semana siguiente y que le comuniquen, antes del inicio del puente es decir, el día 5 a más tardar-, quiénes desfilarán por La Zarzuela. En el pasado ha habido formaciones como ERC o Bildu que han declinado reunirse con el Rey.
La presencia de España en las tomas de posesión
Desde que tomó posesión en el verano de 2018, el Gobierno de Sánchez se propuso poner en marcha una fórmula estable para institucionalizar la representación española en las ceremonias de toma de posesión de los presidentes iberoamericanos.
Si bien no hay una regla escrita, Felipe VI ya estuvo en las tomas de posesión del mexicano Andrés Manuel López Obrador hace un año, y en la del panameño Laurentino Cortizo el pasado verano. Por contra, el Rey no asistió a la del brasileño Jair Bolsonaro en enero -fue la entonces presidenta del Congreso, Ana Pastor- ni a la del salvadoreño Nayib Bukele en junio, en vísperas también de una ronda de consultas, por lo que la representación española recayó en aquella ocasión en el presidente del Senado, Manuel Cruz.