Postureo político

ALBERTO AYALA, EL CORREO – 10/10/14

· PNV y EH Bildu exhiben una sintonía irreal sobre Cataluña en el Parlamento de Vitoria sólo para consumo interno.
· Los partidos proconsulta mantienen su prioridad: tomar el camino que más convenga a su marca.

Afalta de pan buenas son tortas, sostiene el refranero popular. Lo que traducido al lenguaje de la política bien podría resumirse como que a falta de acuerdos con contenido buenas son declaraciones o resoluciones verbalmente altisonantes por mucho que carezcan del mínimo recorrido.

Algo de esto es lo que ocurrió ayer en el Pleno del Parlamento vasco. La Cámara de Vitoria acordó por amplísima mayoría expresar su respaldo al derecho de los catalanes a decidir y votar sobre su futuro. Lo hizo con el respaldo de las dos formaciones abertzales –que disfrutan de una cómoda mayoría de 48 de los 75 parlamentarios– y la esperable oposición de las tres fuerzas de ámbito estatal, el PSE, los populares y UPyD.

Traducción práctica del debate y la subsiguiente votación: ninguna. Lectura política: las fuerzas abertzales exhiben unidad ante los suyos y evitan mutuamente dejar márgenes al adversario para que pueda ganar terreno a su costa. Resumen final: postureo puro y duro, si me permiten el neologismo surgido en las redes sociales. Humo, sólo humo, si lo prefieren en castellano de toda la vida.

El PNV y la izquierda abertzale usaron el Parlamento de Vitoria para exhibir una sintonía irreal sobre Cataluña para consumo exclusivamente interno. Prepárense. La precampaña para las elecciones municipales y forales de mayo –autonómicas también en la vecina Navarra– está lanzada y tanto los de Ortuzar como los Arraiz van a jugar a la goma del acercamiento-distanciamiento una y otra vez. A eso y al discurso en positivo, a exhibir espíritu de consenso. Todo para que, salvo sorpresa mayúscula, las cosas sigan como están ahora.

Palmada en la espalda

Y es que pese a la parlamentaria palmada en la espalda de ayer –que Ortuzar ya dio en persona al president Mas el 11 de septiembre en Barcelona y posteriormente al conseller Espadaler en el Alderdi Eguna–, el PNV huye de repetir en Euskadi el actual desafío soberanista catalán al Estado como de la peste. Ahora bien, como el órdago encuentra el máximo apoyo sentimental entre la parroquia peneuvista –como lo encontró y lo encuentra Ibarretxe, a pesar de los pesares– lo inteligente es realizar exhibiciones de cariño hacia lo que ocurre en el Principado en tanto llega la hora de activar la vía vasca, lo que no ocurrirá hasta las generales de dentro de un año.

Para EH Bildu todo es más sencillo. Sin ninguna responsabilidad en la gobernabilidad de Euskadi lo suyo es exhibir toda la trompetería en favor de la ruptura con el Estado y apostar sin reservas por la desobediencia. A ver si algún votante peneuvista castiga a los de Ortuzar en las urnas por su presunta tibieza. Y sin abandonar la esperanza en que la plataforma Gure esku dago se transforme en la vanguardia formalmente apartidaria del movimiento independentista vasco, como lo es la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

Mientras, en la Cataluña política real, en la que por diversas circunstancias se ha embarcado en el mayor desafío al Estado en la historia reciente de España, toda la endiablada sucesión de reuniones, acuerdos, desacuerdos, dudas e incógnitas que se han sucedido hasta anoche mismo sólo demuestra dos cosas.

De una parte, que CiU, ERC, ICV y las CUP nunca tuvieron una hoja de ruta clara de qué hacer según evolucionaran los acontecimientos. Y ello por más que todo haya ido por el canal que los medios de comunicación al completo telegrafiaron desde el primer momento. De otra, que su prioridad no ha variado, es la misma de siempre: tomar el camino más rentable –o menos perjudicial– para su marca a corto-medio plazo.

ALBERTO AYALA, EL CORREO – 10/10/14