Aunque las impugnaciones no podrán llegar hasta después de que se presenten las listas entre el 17 y el 22 de agosto, las tres formaciones quisieron despejar dudas para asegurar que dentro de los plazos que marca la ley electoral, es decir entre el 25 y 26 de agosto, estarán las impugnaciones que impedirán al líder de Batasuna acudir a las urnas. «A Otegi, ni agua», señaló de forma gráfica el vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto.
Fuentes del PP vasco ya afirmaban este lunes que no «descartan nada» y que utilizarían «todas las herramientas» para intentar impedir que se materialice la candidatura de Otegi al Parlamento vasco. Ayer fue el propio presidente del PP vasco y candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, el que ratificaba que los populares agotarán «todos los recursos» porque supondría «una burla a las víctimas del terrorismo» que Otegi concurriera a las elecciones. Maroto insistió en el mismo posicionamiento y afirmó que la ética política y la democracia se merecen otro candidato y no «un señor que se jactaba de estar tranquilamente en la playa» el día que ETA asesinó al concejal del PP en Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco».
UPyD señaló a través de un comunicado que mantendrá una postura «firme y sin fisuras» contra Otegi y que, por lo tanto, impugnará su lista «por coherencia democrática y en defensa de las víctimas del terrorismo».
La formación que lidera Gorka Maneiro ya inició, el pasado 6 de julio, este camino al presentar ante la Fiscalía General del Estado un escrito en el que se instaba a que se tomasen todas las acciones legales pertinentes para que Otegi, candidato de EH Bildu a lehendakari, no pudiera presentarse a las elecciones vascas del próximo 25 de septiembre.
De igual forma, el secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, anunció que su partido impugnará la candidatura Otegi porque «la ciudadanía vasca no puede verse representada por una persona condenada por enaltecimiento del terrorismo. Además, Otegi no puede estar en esa candidatura porque está inhabilitado», indicó.
El líder de la izquierda abertzale ha cumplido una pena de seis años y medio de prisión por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna, pero sobre él pesa una condena de inhabilitación para empleo o cargo público hasta abril de 2021, aunque la sentencia no especificaba a qué cargos concretos se refería.
Precisamente esa indefinición es lo que permite a Otegi y a EH Bildu mantener que no existe ningún impedimento para la candidatura. De hecho, Miren Larrion, cabeza de lista de la coalición abertzale por Álava, afirmaba ayer que la formación «no necesita un plan B» para su candidatura a lehendakari, y que Arnaldo Otegi «seguirá adelante con lo que le han planteado las bases», sin hacer caso a posibles impugnaciones porque «no barajan» que no pueda concurrir a las elecciones.
Existen «precedentes jurídicos» que apuntan a que «efectivamente esto es perfectamente posible», indicó. «A partir de ahí, será lo mismo que Carme Forcadell, que se presenta con un planteamiento y que, a pesar de que los tribunales se reúnan de urgencia en agosto y decidan que le van a llevar a un proceso penal por hacer lo que la sociedad catalana le está pidiendo, sigue adelante. Arnaldo Otegi seguirá adelante con lo que le han planteado las bases», insistió.