Algel Collado-El Confidencial
Los constitucionalistas acusan a la televisión y la radio autonómicas catalanas de convertirse en un «aparato de propaganda política» al servicio de los independentistas
El ‘president’ Carles Puigdemont fue ‘retenido’ en Alemania y después pasó a ‘instalaciones’ (cárcel) de Neumünster. Luego se interrumpió la programación habitual para hacer retransmisiones-convocatoria de las revueltas callejeras y cortes de carreteras a favor de los ‘presos políticos’ y un reportaje sobre el juez Pablo Llarena y su mujer que incluyó la difusión de sus datos personales para facilitar su identificación pública. Son algunos de los últimos servicios que la corporación de medios de la Generalitat, básicamente TV3 y Catalunya Ràdio, prestan a la causa independentista y que escandalizan al Gobierno, PP, PSOE y Ciudadanos.
Para los constitucionalistas, la televisión y la radio autonómica catalanas se han convertido en un «aparato de propaganda política», como lo definen desde ministros como María Dolores de Cospedal a portavoces socialistas, o «un peligro para la convivencia», como repiten en Ciudadanos. Y más en concreto, en palabras de Juan Carlos Girauta, «un engranaje clave en el golpe de Estado«. Pese a todo, no se plantean la posibilidad de ampliar la aplicación del artículo 155 de la Constitución, ni siquiera en el caso de que se repitan las elecciones en Cataluña, a una corporación de medios que reconocen controlada por Puigdemont y sus socios.
Pedro Sánchez se empeñó a última hora en dejar fuera del 155 a los medios de comunicación autonómicos y tanto Vicent Sanchis (TV3) como Saül Gordillo (director de Catalunya Ràdio además de exsocio de Puigdemont) siguen en sus puestos y las respectivas cadenas acompasan línea editorial y programación a la doctrina y los intereses de los secesionistas.
Mariano Rajoy accedió a la exigencia del PSOE porque su secretario general amenazó con retirar su apoyo a la intervención de competencias de la Generalitat y también rechazaba la idea de que la corporación catalana quedara bajo tutela parlamentaria, dado que formalmente no depende de forma directa del Ejecutivo autonómico. El presidente del Gobierno convocó las elecciones de forma inmediata, con lo que el PP se tuvo que conformar con la idea de que la Junta Electoral pondría límites al apoyo de TV3 a los independentistas durante la campaña.
Pese a todo, no se plantean la posibilidad de ampliar la aplicación del artículo 155, ni siquiera en el caso de que se repitan las elecciones en Cataluña
Xavier García Albiol se quedó solo en la petición de obligar a la corporación de medios, como al resto de la Generalitat, a respetar el orden constitucional y los derechos de todos los catalanes. El desarrollo de la campaña dio la razón al dirigente y candidato del PP. TV3 se saltó las advertencias de la Junta y luego se volcó en la promoción de cada paso que dan los secesionistas para devolver al poder a Puigdemont o sus candidatos inviables por tener cuentas pendientes con la Justicia.
El Gobierno y los partidos constitucionalistas insisten ahora en que debe ser la Cámara autonómica la que tome medidas con los medios de la Generalitat. Pero como no se ha constituido aún la comisión parlamentaria que debe controlar la corporación, se tienen que conformar con el recurso del pataleo. En abril del pasado año Sanchis fue reprobado por la Cámara anterior y con votos de todos los grupos, salvo el del presidente autonómico que era el único que aprobaba su gestión. Doce meses después y con dos semestres del 155 en vigor, Sanchis sigue al frente de TV3.
Fuentes gubernamentales recuerdan que en su primer guion para intervenir competencias estaban la televisión y la radio autonómicas, insisten en que quien debe dar más explicaciones son los socialistas y descartan volver al Senado para cambiar la aplicación del 155. Insisten en que el PSOE no ha dado señal alguna de arrepentimiento y en que debe ser la oposición en la Cámara catalana, con Cs al frente como grupo mayoritario, la que se empeñe en la denuncia del sectarismo independentista de la corporación de medios.
Desde la dirección nacional de Ciudadanos admiten que TV3, a la que llaman ‘Telepuigdemont’, se ha convertido en pieza clave para mantener un ‘procés’ que no tiene «ni mayoría social ni cobertura legal ni apoyo internacional». También recuerdan a los presentadores de la televisión autonómica «destilando odio hacia jueces y servidores públicos que hacen su trabajo, la invitación de Arnaldo Otegi como invitado estrella o, más recientemente, a un colaborador de TV3 diciendo que «habrá muertos» por el ‘procés’ porque «hemos descubierto que la república no se hace con lacitos». El partido de Albert Rivera se compromete en la protesta, pero no se plantea la intervención por la vía del Senado.
La número dos del PSOE, Adriana Lastra, sentenció la semana pasada que la postura mantenida por el PSOE en octubre en el Senado «se mantiene»
Los socialistas no hacen autocrítica alguna pese a considerar «brutal» el tratamiento de TV3 en favor de los secesionistas. La número dos del PSOE, Adriana Lastra, sentenció la semana pasada que la postura mantenida por su partido en octubre pasado en el Senado «se mantiene».
El secretario de organización, José Luis Ábalos, reconoció después que los medios autonómicos catalanes se han convertido en un «aparato de propaganda hecho a la medida de los nacionalistas, que ha hecho que la mayoría de nacionalistas hayan terminado independentistas». Pero al igual que el Gobierno, el PSOE deja para el ámbito del Parlament y del nuevo Govern, cuando se forme, las decisiones sobre ese «aparato de propaganda» que no cesa en el objetivo de mantener viva en la opinión pública más nacionalista la viabilidad del golpe.