EL MUNDO – 05/06/16 – EDITORIAL
· Faltan tres semanas para las elecciones y, por ello, los sondeos sobre intención de voto empiezan a anticipar el escenario que puede dibujarse en la noche del 26 de junio. La encuesta que hoy publicamos, realizada por Sigma Dos, permite extraer dos conclusiones. La primera es que, por primera vez, Unidos Podemos –la coalición de izquierda entre la formación de Pablo Iglesias e IU–, supera al PSOE, que pasaría a ser la tercera fuerza política. La segunda conclusión es que Partido Popular y Ciudadanos sumarían una cifra de escaños que les permitiría gobernar con algunos apoyos o abstenciones.
Entrando en un análisis más preciso, el partido que lidera Mariano Rajoy volvería a ganar las elecciones con 130 escaños, siete más de los obtenidos en diciembre. El PP lograría el 31% del voto, un crecimiento de más de dos puntos. En nuestra encuesta de febrero, el PP descendía y la estrategia de Rajoy era cuestionada dentro y fuera del partido. Pero en las últimas semanas ha obtenido un importante rédito político de su insistencia en presentarse como el único dique ante el avance de la marea de Podemos e IU.
Los datos apuntan a una polarización del voto entre PP y Unidos Podemos, que mejoran sus expectativas de forma importante, mientras que los dos partidos que ocupan el espectro central del mapa político, PSOE y Ciudadanos, retroceden.
Si alguien tiene motivo para inquietarse de los resultados de este sondeo es Pedro Sánchez, porque el PSOE descendería de sus pasados 90 escaños a solamente 77, perdiendo casi dos puntos en porcentaje de voto –apenas rebasa el 20% –. Este resultado sería sencillamente desastroso porque el líder socialista se vería sobrepasado por la alianza que encabeza Podemos y no tendría ninguna posibilidad de gobernar.
Sánchez ha hecho un loable esfuerzo para ocupar la centralidad y limar las aristas de su partido, pero sigue sin ofrecer una idea clara de su política de pactos, ya que, después de sugerir que permitiría gobernar al PP si él no puede ser investido, manifestó que quiere construir una mayoría con Podemos. Y ello acompañado de una dura descalificación a Pablo Iglesias. Tampoco la ambigua actitud del PSC sobre el soberanismo catalán le ayuda a aumentar su credibilidad.
El dirigente que tiene más motivos de satisfacción por los resultados de esta encuesta es Pablo Iglesias, que lograría el ansiado sorpasso, ya que Unidos Podemos sacaría 80 diputados gracias al apoyo del 23,7% del electorado. Podemos había obtenido 69 diputados, por lo que la coalición con el partido de Alberto Garzón puede ser muy rentable para las dos formaciones en términos electorales.
De forma un tanto sorprendente, Podemos no ha perdido votos pese a su crisis interna y sus confusos mensajes populistas con promesas de imposible cumplimiento. Iglesias sigue movilizando a sus seguidores con un discurso que apela a los sentimientos mucho más que a la razón. Y tampoco le pasa factura la penosa gestión en ayuntamientos como Madrid y Barcelona, en los que los servicios públicos han sufrido un deterioro mientras sus alcaldesas flirtean con el radicalismo antisistema.
Hay que dejar constancia de que es imposible calcular en una encuesta el número exacto de escaños, ya que ello depende de la aplicación de la ley D’Hondt, que permite ganar o perder un asiento en el Congreso por un puñado de votos. Por ello, existe una volatilidad en sus efectos que condiciona todas las predicciones. Muy probablemente, hasta que no se acabe o vaya muy avanzado el recuento no podremos saber si Podemos supera al PSOE.
Por último, Ciudadanos no obtendría el premio esperado a su disposición a pactar, ya que retrocedería tres escaños, pasando de 40 a 37 con un porcentaje prácticamente idéntico de apoyo popular. Parece evidente que Albert Rivera también sería perjudicado por esa tendencia que se dibuja a la polarización del voto y tal vez por los efectos de la ley D’Hondt como cuarto partido.
Pese a ello, los escaños de Ciudadanos serían decisivos para permitir formar Gobierno a Rajoy, que sólo podría ser presidente con el voto favorable en la investidura de Ciudadanos. Aun así, esos 37 escaños, sumados a los 130 del PP, no serían suficientes para conformar una mayoría absoluta. Nos volvemos a encontrar así ante un escenario político complejo y un juego de negociaciones que podría demorar la formación del nuevo Ejecutivo hasta después de las vacaciones de agosto. Sánchez afirmó en Sitges que «no habrá terceras elecciones», lo que dependerá posiblemente de que el PSOE se abstenga en la investidura para dejar gobernar al PP.
De momento estas reflexiones tienen un componente especulativo porque siempre hay que formular la cautela de que cualquier cisne negro durante la campaña puede inclinar el voto hacia uno u otro lado. Los resultados sólo se conocen cuando se abren las urnas, pero las tendencias sí que aparecen claramente perfiladas en las encuestas de las últimas semanas.
Es mucho lo que hay en juego en estas nuevas elecciones, por lo que instamos a los electores a decidir con su voto. Sean cuales sean las preferencias de cada uno, lo que no es discutible es que este país necesita un Gobierno estable que pueda llevar a cabo las grandes reformas pendientes y dar confianza a la economía. España no puede seguir en un impasse permanente y, por ello, hacemos un llamamiento desde estas líneas a la participación el próximo 26 de junio.
EL MUNDO – 05/06/16 – EDITORIAL