EL CORREO 07/03/13
El PP y UPyD ya habían mostrado antes sus recelos hacia el nombramiento de Jonan Fernández como secretario de Paz y Convivencia. Lo hicieron el mismo día en el que el lehendakari, Iñigo Urkullu, hizo pública su designación. Y ayer volvieron a hacerlo de manera pública y cara a cara. La comisión de Derechos Humanos sirvió a ambos partidos para dejar patente su desconfianza no solo en Fernández, a quien no ven «como una referencia para las necesidades que tiene este país», según expresó el popular Carmelo Barrio, sino también hacia su programa de actuación para esta legislatura. «Urkullu ha elegido bien para lo que quiere hacer, pero muy mal para lo que se debe hacer», consideró el parlamentario de UPyD. Gorka Maneiro insistió en que, antes que la convivencia, «lo que hay que hacer es deslegitimar a ETA y denunciar que Amaiur, Bildu y Sortu siguen sin condenarla». «¿Qué opina de que los presos se nieguen a colaborar con la Justicia?», le espetó, en alusión a los 326 atentados terroristas sin resolver.
En las filas del PP consideraron que el secretario de Paz y Convivencia «va muy acelerado», cuando ETA «aún no se ha disuelto». Barrio aseguró que su partido «no hará trazo grueso» y le auguró un trabajo complicado. «¿Cómo facilita los acuerdos el hecho de que EH Bildu no haya condenado los crímenes de ETA?», le preguntó. «Con ese grupo, ni microacuerdos ni nanoacuerdos», expresó. Fernández replicó poniendo en valor los estatutos de Sortu, que consideró «un punto de inflexión» en la izquierda abertzale, al tiempo que mostró una visión optimista del futuro. «Antes de que termine la legislatura veremos acuerdos entre EH Bildu y UPyD», concluyó.