EL MUNDO – 18/11/16 – SANTIAGO GONZÁLEZ
· La duodécima legislatura se inauguró según lo previsto: Posemos desarrolló su performance y su programa, algunos se levantaron a la llegada del Rey, otros no. Entre los que sí, estaban las cabezas visibles. Entre los que no, las mareas, extensiones, postizos y la tonta inflorescencia de IU. Ni unos ni otros aplaudieron, ni acudieron a saludar, ni salieron a la Carrera de San Jerónimo junto al resto de sus colegas para presenciar la breve parada militar.
A falta de identificar sus responsabilidades, la democracia española siempre ha tenido problemas de carácter simbólico y estas tonterías en su fase infantil se han producido siempre.
Los del PNV y los convergentes se levantaron, pero no aplaudieron y pasaron de acercarse al besamanos. O sea, lo de siempre, esa habilidad tan suya de estar sin haber ido. La víspera, el Rey fue a Bilbao por el centenario de la Comercial de Deusto. Allí estuvo toda la representación institucional del PNV, el lehendakari y sus consejeros, el diputado general, el alcalde de Bilbao, la presidenta del Parlamento vasco y toda la pesca. Algo hemos mejorado. Urkullu sorprendió mucho a la peña en una visita anterior del entonces príncipe para inaugurar la planta de coque de Petronor, la inversión mayor que se hacía en Euskadi en muchos años. El lehendakari de todos los vascos se fue de vacaciones familiares a la costa gaditana.
El Rey padre y emérito visitó con Doña Sofía el País Vasco en junio de 1996 y ofrecieron una recepción junto al lehendakariArdanza y todos sus consejeros. Estuvo el partido-institución, pero no el partido-comunión, el EBB y sus juventudes, que escribieron una carta faltona como la que hoy sólo podría escribir Alberto Garzón, ese fenómeno, encabezada por un majadero señorBorbón. No está en la tradición comunista. Recuerdo la solemne apertura de la Constituyente el 22 de julio de 1977. Los 20 diputados comunistas se levantaron y aplaudieron al Monarca hasta enronquecer, como escribió un legendario cronista deportivo.
La pose republicana la mantuvo aquel día Alfonso Guerra, que se levantó, pero no sacó la mano izquierda del bolsillo de la americana. Tras la legalización del PCE, Carrillo aceptó la Monarquía como forma de Estado y sus símbolos: el himno y la bandera. Ayer, un senador de Garzón mantuvo una bandera republicana mientras el Rey leía su discurso. Muchas cosas tengo que decir de Carrillo y algunas están escritas, pero es que entre él y Albertito Garzón, no sé cómo decirles, es que la misma comparanza jode.
Eso por no hablar de los batasunos, la yunta formada por Matute y Betialarrangoitia, que se conformaron con hacer novillos, como los de ERC. Los batasunos de antaño recibieron a los Reyes Juan Carlos y Sofía en su primer viaje oficial (4 de febrero de 1981) cantando el Eusko Gudariak con el puño en alto, mientras los diputados, senadores, parlamentarios vascos y junteros del PNV trataban de acallar los cánticos cazurros con aplausos. El embrión de la Ertzaintza los sacó a rastras de la Casa de Juntas de Guernica. La raza degenera.
EL MUNDO – 18/11/16 – SANTIAGO GONZÁLEZ