Félix Madero-Vozpópuli
La discrepancia ha sido proscrita en el Psoe, y sólo hay una consigna: conmigo o contra mí
Cuidado ministro López, cuidado, no te estés haciendo un Ábalos sin darte cuenta. Ese ardor guerrero en defender al jefe, esa forma de hacer la pelota a Sánchez pasa luego factura, ¿o no lo estás viendo en los guasaps que vamos conociendo? Hacerle el trabajo sucio, ser obsequioso con él, adivinar su pensamiento no va a ningún sitio con quien cree que todo su entorno le debe pleitesía porque, a fin de cuentas, todos están puestos por él. Uno entiende sus nervios, ministro. El camino ha sido largo y conviene ser cortés con Sánchez, sobre todo usted que en aquella primera epifanía de Pedro no estaba con él y sí con Madina. ¿Acaso cree que olvida? ¿Acaso piensas que el jefe se olvida de los defenestrados cuando los vuelve a necesitar? “He echado de menos trabajar contigo, también tu amistad”, le escribía en un guasap a Ábalos. ¿Lloró el ministro de Fomento al leerlo? ¿Se emocionó? Quizá sólo guardó el mensaje, que nunca se sabe.
Vaya usted y denuncie
Cuidado ministro López, cuidado. No se pase, que la memoria de los teléfonos y las hemerotecas hace estragos. ¿Ha sido Pedro el que le ha llamado para que salga a decir que todo es un bulo de la derecha? Tenga cuidado, sea serio, porque si los guasaps son verdad no hay bulo posible. No sea ingenuo, este no puede ser el argumento para defender al jefe. ¿Duelen los que conocimos el domingo, los de ayer, los que están por venir? Duelen, pero ya debería saber que la verdad no es triste, simplemente no tiene remedio. Que eso es lo que tuvo que sentir Rajoy cuando en un sms le escribió a Bárcenas eso de “Luis, sé fuerte”. Entonces nadie en el Psoe dijo que aquello era un bulo. No lo era. Era la forma de decirle a Bárcenas que estaban en ello, que haría lo que fuera y en donde fuera para que la mierda no le llegara al cuello.
Cuidado ministro López, cuidado. No mienta, no se rasgue las investiduras porque nadie esté investigando la filtración de los guasaps. Nadie investiga porque nadie ha ido a denunciarlo. Vaya, vaya y denuncie, que será un juez el primero que le diga que usted no sabe distinguir entre un bulo y la verdad. No nos tome una vez más por idiotas y deje de enmierdar este asunto con el novio de Ayuso.
Ábalos, ya lo sabemos, puede ser muchas cosas ya confirmadas, y otras que nos faltan por conocer, pero da la medida de la gente que rodea a un hombre que vive por y para el poder. Para conservarlo, habría que decir, cueste lo que cueste
Valoro, y mucho, que el periódico El mundo nos esté enseñando los gausaps que se escribieron Pedro Sánchez y José Luis Ábalos cuando eran íntimos, cuando aquello se enfrió y cuando el patrón le quería hacer ver que lo echaba de menos. El primero ya mostraba las maneras que luego ha ido confirmando, un político sobrado de ego y rodeado de un ministro y secretario de organización que se muestra sumiso y dócil siempre a las órdenes del jefe. Ábalos, ya lo sabemos, puede ser muchas cosas ya confirmadas, y otras que nos faltan por conocer, pero da la medida de la gente que rodea a un hombre que vive por y para el poder. Para conservarlo, habría que decir, cueste lo que cueste.
Sánchez aparece como lo que es, un hombre sin modales que no respeta a sus compañeros cuando estos se permiten la crítica respetuosa y leal, dos palabras que el jefe no sabe lo que significan. Vara, Lambán y Paje son requeridos y llamados al orden por Ábalos, porque Sánchez nunca lo hace personalmente: “Son unos petardos, que dejen ya de tocar los cojones”, escribe el presidente que, siempre encuentra a un Ábalos que le haga el trabajo que él no quiere o no se atreve a hacer. En el caso del actual vicepresidente del Senado, Guillermo Fernández Vara, al que he defendido casi siempre por su coherencia y sentido común, siento pena por el trato y por la forma en que este se justifica por decir lo que piensa. ¡Dios, qué estragos hace el poder neto! La discrepancia ha sido proscrita en el Psoe, y sólo hay una consigna: conmigo o contra mí.
Con este presidente la verdad resulta mucho más extraña que la ficción. Y esto cada vez se le nota más. Un tipo que se cree poderoso, pero que no ganó las elecciones, vive, siente y trabaja para seguir en el poder, aunque sea en todo momento con el apoyo de partidos separatistas que saben que cuanto peor le vaya a España mejor le irá a ellos y a él. Y a los López, Vara, Marlaska, Montero, Armengol, Bolaños…
Tengo para mí que estos guasaps no serían de conocimiento público si José Luis Ábalos no estuviera pensando que su vida se le ha complicado mucho. Hoy Sánchez es la némesis de Ábalos, y esto no va a parar
No debe ser muy complicado llegar a una idea de lo que está pasando porque los mensajes, en principio, sólo pueden estar en dos teléfonos, uno manda y otro recibe, y al revés. Sí, pudiera ser la mano de Koldo, o una filtración de la Uco, aunque todo parece más simple. Tengo para mí que estos guasaps no serían de conocimiento público si José Luis Ábalos no estuviera pensando que su vida se le ha complicado mucho. Hoy Sánchez es la némesis de Ábalos y esto no va a parar.
Conviene recordar lo obvio, que el Sánchez de los guasaps es el mismo que hay en La Moncloa, y aun bastante peor. Recordar también que el puesto de Ábalos lo ocupan hoy otros y otras voluntariamente, y con qué devoción. El autócrata siempre precisa de tipos obsequiosos que le hagan el trabajo que él no puede hacer porque le falta valor, y lo más importante, razón. Aquello que leímos en El País de 2016 estaba cargado de razón, pero hoy con exactitud atómica: seguimos estando ante “un insensato sin escrúpulos”.
Cuidado, ministro López, cuidado, usted que conoce bien la naturaleza de un bulo sabe que no luce bien con la verdad, y los gausaps que esperamos aún pueden ser peor. ¿Qué dirá mañana la prensa canallesca? La verdad, Óscar López, la verdad.