ABC 08/04/13
· Plataformas de ambas bandas tienen una red de acogida para familiares que les visitan en prisión.
Etarras que cumplen condena en la cárcel por sus crímenes instruyen y aportan sus experiencias a los presos de Resistencia Galega (RG), sobre todo, en lo que se refiere a cómo comunicarse con los militantes en libertad, a través de sus abogados o familiares.
Según fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC, nada más ingresar en prisión, un activista de RG reivindica su consideración de «preso político» y establece contacto con los reclusos de ETA y, si los hay en el módulo, también con los del Grapo. Los etarras, en el fondo, les desprecian al considerar que la violencia que ejerce esta banda en Galicia dista mucho de alcanzar el nivel de medio siglo de terrorismo vasco. Pero, al final, les instruyen y asesoran sobre la actitud que deben mantener en prisión. Por ejemplo, para obtener el máximo de beneficios penitenciarios sin pasar por las exigencias que impone la reinserción. También les adiestran acerca de cómo mantener comunicaciones con los terroristas de Resistencia Galega que permanecen en libertad, a través de sus abogados o personas de su entorno que les visitan en prisión. Se da la circunstancia de que a varios de los detenidos en los últimos meses se les han incautado cartas enviadas por cabecillas que están en prisión, en las que les imparten órdenes
Frente jurídico
De hecho, el denominado Movimientode Liberación Nacional Galego tiene, como la «izquierda abertzale», un «aparato jurídico» integrado por abogados de confianza que se encargan de la asistencia letrada y estratégica de los presos de RG. Son abogados «de guardia», ya que están a disposición de los reclusos de manera permanente, según los medios antiterrorista consultados.
Fruto de este asesoramiento de los etarras, los reclusos de Resistencia Galega han conseguido impulsar la plataforma «Que voltem a casa». Una copia de movimientos de la «izquierda abertzale» como «Etxerat» (a casa). Como a los reclusos de RG también se les aplica la política de dispersión, «Que voltem a casa» y «Etxerat» han desarrollado un sistema de apoyo logístico con el objetivo de facilitar una red de casas de acogida a familiares de una y otra banda que les van a visitar a prisión.
En la actualidad, RG tiene seis miembros en otras tantas prisiones, en las que también hay etarras. Eduardo Vigo está en León; Antón Santos, en Aranjuez; Roberto Rodríguez, en Extremera; Carlos Calvo, en Valdemoro, mientras que Xurso Rodríguez en la de Alcalá Meco y Adrán Mosquera se encuentra recluido en el centro penitenciario de Soto del Real.
ABC 08/04/13