Primarias a la vista

EL MUNDO  19/05/17
SANTIAGO GONZÁLEZ

La campaña del PSOE para las primarias toca a su fin. Todo está preparado para que los afiliados expresen sus preferencias y lo harán en mayor proporción que los podemitas por su moción de censura. El susanismo anuncia victoria holgada de su candidatura, pero caben dudas. El pedrismo tiene sus bazas, aun a despecho de lo que pudieron ver y oír las bases el lunes en el triello que protagonizaron en Ferraz los candidatos. Un suponer, ese ejemplo de dirigente alternativa que es Francina Armengol, pedrista de primera hora que viró hacia el patxismo después del 1 de octubre y que vuelve al sanchismo precisamente después del debate que lo reveló como el más insustancial de los aspirantes.

Los pedristas debieron alarmarse al oír a su candidato que «por coherencia y credibilidad» está en el paro, razonamiento incoherente e increíble donde los haya. Hablaré por mí, que no soy un socialista de obediencia estricta: si a uno se le propone como líder, político, laboral o espiritual, un señor que en siete meses y medio ha sido incapaz de encontrar un empleo que le procure un sueldo para ir tirando, empezaría a maliciarse que no tiene el perfil idóneo para defender los intereses generales. ¿Cómo sería posible confiar en el increíble hombre menguante para ganar las elecciones al PP?

Sánchez trata de limar asperezas anunciando que no habrá represalias, aunque el aparato desconfía por los precedentes: si le mintió a Felipe, ¿por qué no lo va a hacer ahora? También se lo prometió Pizarro al inca Atahualpa, antes de mandar estrangularlo. En el debate anunció que si saliera elegido, lo primero que haría sería pedir la dimisión de Mariano Rajoy. Lo único que podría hacer sería acogerse al eslogan que Aznar repitió como leitmotiv en el Debate sobre el estado de la Nación de 1995: «Váyase, señor González», aunque el señor González hizo oídos de mercader y Aznar tuvo que ganarle las elecciones al año siguiente para que se fuese.

Total, que ahora Pedro anuncia una posible moción de censura contra el Gobierno. No quiere secundar la de Podemos, que va a manifestarse por ella mañana, no tanto para publicitar lo suyo como para arruinar al PSOE el numerito de las primarias. Pedro, que en todo se expresa un poco raro, dice que no está por la vía Iglesias, porque este ha convocado una moción que sabe que va a perder. Esto parece evidente, pero solo porque el PSOE no la va a secundar. Es porque él reivindica las mociones «con carácter constructivo, que se ganan a base de diálogo». Tiene edad y experiencia para saber que las únicas mociones de censura legales son precisamente «las de carácter constructivo», que él reivindica como si fueran una preferencia, pero la única que podría ganar, presentada por él, sería la que negociara con Podemos en una hipótesis que él también ha negado.

Tengo para mí que Pedro es el peor de los tres candidatos, y aunque la razón me lo niega, no tengo por seguro que no vaya a ganar la Secretaría General. Ninguno de los tres puede salvar al PSOE del naufragio. Lo único que Pedro garantiza es la mayor velocidad del hundimiento.