EL MUNDO 25/03/13
· La cárcel de Zaballa propuso dar el beneficio a los arrepentidos Recarte y Pikabea.
El Ministerio del Interior se ha opuesto a que dos presos disidentes de la banda terrorista ETA acogidos desde hace años a la vía Nanclares reciban el tercer grado penitenciario. En otro caso, han rechazado aplicar a otro interno el artículo 100.2, que permite salir a diario de prisión, según informa Europa Press.
Según estas mismas fuentes se trata de Iñaki Recarte Ibarra, Kepa Pikabea Ugalde y Aitor Bores Gutiérrez, tres históricos de la banda y desde hace tiempo tres destacados disidentes etarras. Expulsados de la banda y de su Colectivo de Presos, se encuentran internos en la cárcel alavesa de Zaballa, sustituta de la de Nanclares de Oca que dio nombre a esta corriente en la que internos de la banda manifestaban su ruptura con ETA a cambio de beneficios penitenciarios.
La Junta de Tratamiento de esa prisión vasca aprobó el 13 de septiembre de 2012 una propuesta de concesión de tercer grado en virtud del artículo 83 del Reglamento Penitenciario para Pikabea Ugalde. El 25 de noviembre aprobó para Recarte Ibarra una propuesta de tercer grado en virtud del artículo 86, que prevé control telemático gracias al cual ni siquiera tendría la obligación de pernoctar en la cárcel.
En el caso de Aitor Bores la propuesta, también en noviembre, es de un 100.2, artículo por el que se permite salir a diario unas horas de prisión para estudiar o formarse, excepto los fines de semana. En esa situación se encuentran ahora Pikabea y Recarte, así como otros dirigentes como el histórico José Luis Álvarez Santacristina, Txelis.
Las propuestas de las juntas de Tratamiento de las prisiones deben ser elevadas a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para que otorgue su visto bueno o se oponga, como ha sido este caso. En una decisión conjunta, el Departamento que dirige Ángel Yuste rechazó el pasado 13 de enero las tres propuestas. Las defensas de los tres etarras han recurrido esta decisión, por lo que la última palabra la tendrá el juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional.
Según las fuentes consultadas, entre las razones esgrimidas por Prisiones figuran las largas penas a las que fueron condenados los tres terroristas, así como la elevada responsabilidad civil que les resta por abonar (se trata de uno de los requisitos para acogerse a medidas de reinserción). En el caso de Recarte, abona en torno a 40 euros al mes y aún adeuda 1.200.000 euros en concepto de indemnizaciones por sus delitos. En el caso de Bores, la deuda asciende a 600.000 euros.
Desde el Ministerio dan por amortizada la denominada vía Nanclares, potenciada por la anterior Administración socialista con la intención de fomentar las deserciones en ETA y dividir al colectivo. Sin embargo, las expectativas generadas en torno a la declaración de cese definitivo de ETA frenaron en seco el goteo de disidencias.
El Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz admite abiertamente que la vía Nanclares forma parte del pasado. En su lugar apostaron por un plan de reinserción para presos de bandas terroristas y crimen organizado que, un año después de su presentación, no ha dado ningún resultado y que generó el rechazo de las víctimas del terrorismo.
Esta oposición de Interior a las propuestas de la Junta de Tratamiento se produce después de que Prisiones también se opusiera, entre marzo y septiembre, a la concesión de permisos penitenciarios para otros tres presos disidentes: José Luis Urrusolo Sistiaga, Rafael Caride Simón y Valentín Lasarte. El juez terminó aceptando el criterio de Interior y los permisos no fueron concedidos.
El argumento en los tres casos fue el mismo: el magistrado reconoce que la evolución de los presos «es positiva», pero «la cuantía de la condena aleja en este momento las fechas legalmente exigibles para obtener cotas de semilibertad; por lo que resulta prematuro el permiso pretendido».
EL MUNDO 25/03/13