EL CORREO – 19/07/14
· La Audiencia Nacional suspende los permisos concedidos a Urrosolo por sus declaraciones en una radio, pese a hacer autocrítica de la violencia.
· Interior abre expediente al preso al considerar que no se ciñó a las condiciones del permiso La defensa del recluso, dispuesta a recurrir la decisión al ver detrás razones políticas.
Instituciones Penitenciarias, órgano dependiente del Ministerio de Interior, trata de acotar las intervenciones públicas de los presos de la ‘vía Nanclares’, desmarcados de ETA y críticos con la violencia. Así lo evidencia la decisión de Prisiones de incoar un expediente disciplinario al recluso Joseba Urrosolo Sistiaga, por sus declaraciones en una entrevista radiofónica el pasado domingo. Esta decisión del órgano dependiente del Ministerio del Interior obligó automáticamente a la Audiencia Nacional a emitir un breve auto que suspende «provisionalmente» los permisos penitenciarios de que iba a disfrutar en las próximas semanas, según fuentes autorizadas de los juzgados centrales. La Fiscalía también avaló automáticamente esta decisión, a la espera de que se resuelva la situación.
El expediente sugiere que Urrosolo incurrió en un delito de enaltecimiento del terrorismo y de desprecio a las víctimas, y deja traslucir cierto malestar del Gobierno central por el hecho de que estos reclusos realicen apariciones públicas de motu proprio, sin ceñirse a las condiciones impuestas para los permisos y sin el aval de Instituciones Penitenciarias. De esta forma, Prisiones actúa contra el preso pese a que en ningún momento exaltó la violencia ni menospreció a los afectados por los atentados, más bien todo lo contrario. Es más, compartió estudio y entrevista en la Cadena Ser con una víctima del terrorismo, Iñaki García Arrizabalaga, hijo del delegado de Telefónica en Gipuzkoa Juan Manuel García Cordero, asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas en 1980, y que ayer expresó su malestar por la decisión judicial. El juez impidió al recluso acudir anoche a un programa de ETB.
La defensa de Urrosolo, uno de los referentes de la ‘vía Nanclares’ que engloba a los internos que han hecho autocrítica por su pasado en ETA, recurrirá en la propia Audiencia Nacional el auto del juez de Vigilancia Penitenciaria José Luis Castro. La defensa está dispuesta a llevar el caso hasta el Tribunal Constitucional, al considerar la medida una «aberración» y entender que responde a motivos «políticos».
El expediente de Prisiones argumenta que el recluso tiene como condición impuesta y de obligado cumplimiento «abstenerse de participar en manifestaciones públicas de enaltecimiento o legitimación de la violencia, especialmente de la banda terrorista ETA y/o hacer declaraciones o entrevistas en los medios de comunicación de esa naturaleza, así como las que conlleven desprecio a las víctimas del terrorismo». Y concluyen subrayando que otorgarle un nuevo permiso «podría repercutir de forma negativa desde la perspectiva de su preparación para la vida en libertad o de su programa individualizado de tratamiento».
Presión de víctimas
No era la primera vez que Urrosolo concedía entrevistas a medios de comunicación, de hecho este periódico publicó una el pasado 4 de agosto. Los propios responsables del penal alavés de Zaballa conocían sus intenciones. Sin embargo, el Gobierno del PP parece decidido a acotar la presencia pública de estos presos, pese a su nítido desmarque de ETA y haber pedido perdón a los afectados por sus acciones. Pero el Ejecutivo es consciente de que estos reclusos siguen siendo vistos con recelos por un determinado sector de víctimas, que presiona a Interior para que no flexibilice su situación, sobre todo la de aquéllos, como el caso del recluso pasaitarra, con muchos años de condena a sus espaldas.
Las declaraciones de Urrosolo en la citada entrevista, emitida en toda España, iban en una línea autocrítica y de buscar empatía con las víctimas. El exmiembro del comando Madrid afirmó, por ejemplo, que «en la izquierda abertzale asumimos que lo que se hizo con Lasa y Zabala fue una barbaridad, pero somos incapaces de asumir que el asesinato de Miguel Ángel Blanco también lo fue», o que «tiene que haber una forma mínima de decir ‘lo siento, ojalá no lo hubiéramos hecho’»
Iñaki García Arrizabalaga, la víctima que compartió entrevista con él, aseguró ayer, a través de su cuenta en una red social, que decir que «hubo enaltecimiento del terrorismo es un despropósito, una infamia y ganas de que todo se enquiste».
EL CORREO – 19/07/14