LA RAZÓN 13/03/13
La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha pedido hoy una investigación internacional «imparcial» del accidente en el que murieron los disidentes cubanos, tras las declaraciones de Ángel Carromero en las que aseguraba que un vehículo del Gobierno cubano les había embestido por detrás.
Aguirre ha hecho esta petición durante su intervención en la clausura de un acto organizado por la Asociación Damas de Blanco, bajo el título «Dama de Blanco: un mensaje de Cuba» que ha tenido lugar en la Casa de América de Madrid.
La expresidenta madrileña ha considerado «plenamente verosímil» el relato del accidente que ha contado Ángel Carromero, durante una intervención en la que ha opinado que uno no se puede creer «a pies juntillas» la versión de un «estado dictatorial».
Aguirre ha recordado que Oswaldo Payá, uno de los dos disidentes fallecidos en el accidente, estaba siendo acosado «constantemente por la policía castrista» y se ha preguntado «¿por qué Carromero no pudo ser embestido otra vez?».
Durante su intervención, ha vuelto a insistir en la «falta de libertad» y de garantías en el caso y ha añadido que, aunque no entra a «juzgar las causas» ni a «explicar cómo ocurrió» el accidente, es «intolerable» la cantidad de «irregularidades procesales» que se pueden encontrar en este caso.
En este punto, ha dicho que lo que sí sabe, porque lo dice la familia de Oswaldo Payá, es que éste estaba «constantemente acosado por la policía castrista» y que «en algún momento había sido embestido» con anterioridad.
Tras calificar de «verosímil» la versión de Carromero, ha apuntado que no afirma que la versión sea «absolutamente certera», porque el propio dirigente del PP reconoce que «hay cosas que no recuerda», pero sí que no le cabe la menor duda de que Payá era el opositor más señalado que el castrismo tenía en el interior de la isla y que su caso exige una investigación imparcial.
Antes de su intervención, en el acto de clausura se ha producido un enfrentamiento entre los asistentes, con gritos y empujones, cuando el presidente de la asociación de federaciones de cubanos residentes en España, Luis Pérez, ha reclamado la palabra para intervenir.
Entonces, diferentes asistentes al acto -incluida la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, que está en Madrid en el que es su primer viaje a España-, le han calificado de enviado de la embajada cubana y han coreado consignas para acallarle, como «Cuba libre».
Soler ha indicado que el altercado estaba «preparado» y ha pedido a «este señor de la embajada de Cuba aquí en España» que exija «más» al gobierno cubano para que no use la «violencia impunemente».
La líder de las Damas de Blanco ha contestado a Luis Pérez, que le ha acusado de defender el mantenimiento del embargo económico a Cuba, que el pueblo de Cuba no se beneficiaría del levantamiento, ya que el resultado de las inversiones extranjeras en Cuba va «a los bolsillos de los Castro, no al pueblo de Cuba».
Además, ha apuntado que la intervención de Pérez, que finalmente ha hablado tras Aguirre, no habría podido tener lugar en Cuba, donde las Damas de Blanco «son llevadas a los calabozos arrastradas».
En su discurso, Aguirre se ha referido a este episodio y ha remarcado que España es, a diferencia de Cuba, un país «libre»: «Nunca tenemos el honor de que nos interrumpan miembros de la embajada».
La presidenta del PP de Madrid ha mostrado su admiración por el trabajo de las Damas de Blanco, el «enemigo más temido por la dictadura» cubana, y su «testimonio apasionado y apasionante» en favor de la libertad.
Según Aguirre, Cuba debería ser un aldabonazo en las conciencias de todos los ciudadanos de los países libres del mundo y «en especial» en las de todos los españoles, por su dictadura «anacrónica, absurda y liberticida».