EL CORREO 04/07/14
· Creen que la propuesta de Jonan Fernández, con quien se reunieron ayer, solo busca «suplantar» la ponencia del Parlamento bloqueada desde 2013
Las discrepancias trasladadas por los partidos tras la reunión vinieron a confirmar que siguen sin darse las condiciones para desbloquear la ponencia de paz, paralizada desde que el PSE decidió abandonarla el pasado mes de septiembre. EH Bildu fue el único grupo que propuso ayer expresamente reactivar este foro parlamentario, aunque solo cuente como compañero de mesa con el PNV. «No vamos a aceptar ningún derecho de veto de nadie», advirtió el parlamentario de la coalición soberanista, Julen Arzuaga. El PP, que en su día votó en contra de este órgano por el abismo abierto con la izquierda abertzale, insistió ayer en darlo por «muerto».
El resultado es que el esfuerzo de concertación que había pedido el lehendakari en la segunda mitad del año para consolidar la paz ha caído, de momento, en saco roto. Socialistas y populares reiteraron ayer su desconfianza en el Plan de Paz y Convivencia que promueve el Gobierno vasco, pero también extendieron sus dudas hacia cualquier foro que pueda ejercer de satélite. Portavoces de ambos partidos explicaron que Jonan Fernández, en un momento de su intervención, les propuso poner en marcha una comisión integrada por representantes de los grupos para supervisar la ejecución del plan de paz. Según las mismas fuentes, el llamamiento se realizó «con el aval» del portavoz del PNV, Joseba Egibar, uno de los participantes en el encuentro.
El representante del PSE en la cita, Rodolfo Ares, consideró que esa comisión «no es necesaria ni oportuna». A su juicio, el Parlamento vasco ya cuenta con los instrumentos adecuados para evaluar la gestión del Gobierno en pacificación, a través del pleno y las comisiones, entre otras plataformas. Además, advirtió, los socialistas «no comparten gran parte del plan de paz».
Mapa de la Memoria
En el fondo de este desencuentro, el PSE sitúa su distanciamiento con EH Bildu, a quien reclama un compromiso más claro con el llamado ‘suelo ético’, y con algunas políticas del Gabinete de Urkullu. Por ejemplo, con el Mapa de la Memoria. Los socialistas insisten en recordar en esta iniciativa a todas las víctimas del terrorismo frente a la propuesta del equipo de Fernández de hacerlo extensivo a todas las víctimas, incluidas las de otras violencias. «El problema no es la falta de diálogo; es la falta de acuerdo», matizó un cargo del PSE, que, pese a todo, mantiene abierto el canal de comunicación con la Secretaría de Paz y Convivencia.
El PP tampoco se cierra a posteriores encuentros con Jonan Fernández que contribuyan a limar diferencias progresivamente, a pesar de sus profundos recelos con la gestión de la convivencia y algunas iniciativas concretas sobre presos de ETA y denuncias de torturas. El portavoz de los populares, Borja Sémper, advirtió tras la cita en la Lehendakaritza que las diferencias «no es que se hayan corregido, sino que probablemente se hayan agudizado». En las filas de este partido se interpreta la propuesta de seguimiento como una excusa para compensar la falta de consenso que suscitan las medidas de la Secretaría de Paz y Convivencia y, en última instancia, para justificar la propia labor de Fernández como máximo responsable del departamento.
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, emplazó al resto de grupos parlamentarios a comprometerse con la consolidación de la paz a través de aportaciones que generen el clima adecuado para reactivar la ponencia de paz. «La reunión de hoy (por ayer) no sustituye a la ponencia. La ponencia tiene vida propia, aunque en este momento esté hibernando», reconoció Egibar.
Un portavoz autorizado de la Secretaría de Paz y Convivencia, adscrita a la Lehendakaritza, sacó como nota «positiva» de la reunión que el canal del diálogo sigue abierto con los partidos. Jonan Fernández «seguirá intentándolo, con todos o con cada uno de ellos».