Cuantas más mentiras les suelto en mis discursos, más me aplauden
Kaka de Luxe publicó en el 82 Pero qué público más tonto tengo, una de las canciones más deslumbrantes del pop/punk nacional. Allí estaban Alaska, Carlos Berlanga, Nacho Canut, Enrique Sierra y Fernando Márquez, el Zurdo, gloria de la irreverencia descarada, quien compuso Para ti, uno de los himnos de la movida, que algunos recuerdan como un Let it be pasado por los acordes de El Rastro.
«Pero qué público más tonto tengo, pandilla fina me ha caído a mí», decía el cantito, verdadero compendio de la forma de hacer política que ahora se estila. Como en el chiste de Gila: «Se lo han comido, se lo han comido», le decía el chef al maître, semiocultos ambos tras la puerta de la cocina mientras contemplaban, carcajeantes, cómo los petulantes gastrónomos de la mesa 5 engullían el comistrajo. «Se lo han tragado, se lo han tragado», comentan ahora algunos lidercillos sociales, envueltos en aplausos y grititos, tras haber soltado el correspondiente speech para algarrobos y cenutrios, o sea, sus votantes.
Así se maneja Pedro Sánchez, especialista en la trola y consumado artista de la engañifa. Su perorar público es el reflejo exacto de esta filosofía de la nueva comunicación que pendula entre las emociones y las traiciones. Este lunes en lo de Barceló (llámala Àngels), algo atacado ante la inminente cita de su esposa en los Juzgados, el gran narciso exhibió quizás la versión más cínica de su compromiso con el militante, esto es, su decidida vocación a tomarlo por tonto, por un bobales desprovisto de neuronas, y a enjaretarle todo tipo de embustes sin parpadeos. «Decir siempre la verdad es de pedantes», repetía el personaje de Truffaut.
Ensombrece entonces la voz, como un sacristán afligido, pausa el ritmo del recitado y afila esa mirada abyecta de quien carece de principios y abunda en malas tripas
Lo malo de Sánchez es que, como esos futbolistas de un solo regate, se le adivina la trampilla al segundo intento. Salvo para necios y obtusos, los trucos del presidente ya no cuelan. El fundamental consiste en anunciar que se dispone a remitir una mentira con esta frasecilla: «Para que lo entiendan bien los que nos escuchan». Como diciendo, mirad bobos la que os voy a colar. Ensombrece entonces la voz, como un sacristán afligido, pausa el ritmo del recitado y afila esa mirada abyecta de quien carece de principios y abunda en malas tripas.
Sería interesante reproducir una recreación imaginaria de esos momentos truchos de la entrevista en la Ser, con alguna referencia ‘iliteral’ (así lo dicen ahora) en la que se palpa la actitud desinhibida del protagonista y su plena confianza en la capacidad de su público para embaularse fábulas como carretas y mentiras como espadas.
Pregunta.-¿Esperaba que su mujer fuera llamada a declarar?
Respuesta:- Para que nos entiendan quienes están escuchando, me gustaría recordar que se trata de la demanda interpuesta por un pseudosindicato, jaleado por pseudomedios reaccionarios y tabloides digitales, escritos por pseudoperiodistas de ultraderecha y financiados por pseudoempresarios que luego amplifican voceros del PP y de Vox pedaleando sobre la nada y a los que atienden pseudojueces. Como por ejemplo, uno en especial con sede en el juzgado 41 de la Plaza de Castilla y que tiene dos DNI según se ha publicado en una web sumamente respetable que, al parecer, pagamos nosotros, o sea, ustedes.
P.-¿Piensa que el juez Peinado está siendo imparcial en el caso de su esposa?
R.-Mire, yo espero que no (sic). Quiero pensar que no, pero para que me entienda la gente, hay cuestiones planteadas por la defensa de mi mujer que el juez todavía no ha respondido. No es que quiera señalarle al tribunal lo que ha de hacer este viernes, tan sólo pretendo apuntar que hay cosas que no está haciendo bien y que, claro, desde mi prudencia, yo he de advertir que atentos a las consecuencias. Escucha Peinado, que te estás pasando.
P.- Se lo voy a preguntar abiertamente ¿No hay nada en la actividad profesional de su mujer que no sea un hecho delictivo, eh, mucho cuidado que yo no digo que lo haya, Dios me libre, pero que pueda ser tachado de reprochable, un suponer?
R.- Nada de nada. O sea Àngels, para que nos entienda la gente: nada es nada. Absoluta tranquilidad y confianza porque no hay nada. Desde las elecciones del 23-J, que todo el mundo sabe que no gané pero a quién le importa, tanto mi familia como yo mismo somos objeto de una campaña de persecución por parte de los pseudomedios que quieren ganar con los bulos los que no lograron en las urnas. Por eso me retiré cinco días, porque, para que lo entienda la gente, yo dudaba si merecía la pena seguir así. Yo la amo profundamente, a Begoña claro. En vez de una carta, la próxima vez le escribiré una canción. Tengo que hablar con Serrat.
Se llama Miguel Ángel Rodríguez, la mano derecha de Ayuso, quien trataba de desinformar, como bien publicaron los medios que me son adictos y a los que tan generosamente recompensamos
P.-¿Debe dimitir el Fiscal General del Estado si es imputado por su lío (revelación de secretos) con el novio de Ayuso?
R.- Tiene todo el apoyo del Gobierno.
P.- ¿Pero debe dimitir o no debe dimitir?
R.- He sido bastante claro, ¿o no, Àngels?, que me enfado y llamo a Intxaurrondo. El fiscal cuenta con todo mi apoyo y el del Gobierno de España, valga la redundancia. Para que la gente me entienda, conviene recordar cómo empezó todo esto. El Fiscal General, para defender a la Fiscalía de Madrid, lo que hace es aclarar un bulo que sale de la mano derecha de la presidenta de la Comunidad de Madrid, el distrito federal del fango, como saben, que se llama Miguel Ángel Rodríguez que trataba de desinformar, como bien publicaron los medios que me son adictos y a los que tan generosamente recompensamos. Este fiscal es un héroe, como Tezanos, de modo que no dimitirá jamás.
P.- Nada me ha dicho de esas medidas contra los bulos.
R.- Se trata de una propuesta de regeneración de la calidad democrática, o así lo llamamos a ver si cuela. Para que nos entiendan quienes nos escuchan, que a estas horas de la mañana estarán algo atontaos, se trata de rehacer las leyes sobre el honor y el derecho de rectificación que existen desde hace años y que funcionan muy bien, pero que yo quiero retorcerlas para estrangular a unos cuantos que no soporto. Por el bien de la democracia, naturalmente. Y también vamos a acabar con unos cuantos de esos pseudomedios (ya tenemos perfilada la lista de la degollina) que son los que más mentiras han publicado sobre Begoña y que, además, son los que más lee la gente. Todo esto lo hacemos siguiendo la estela de Europa, que todo el mundo sabe que es lo que decimos cuando queremos colar alguna barrabasada fuera del marco legal. Ya lo hizo Illa en pandemia, Bolaños con la Amnistía y ahora estamos con la mordaza de los medios, a ver si los callamos de una vez. En esto, Àngels, tu casa nos está echando una mano.
P:-Según le oigo, me parece estar escuchando a Trump.
R.-Somos el gobierno más feminista y más verde de la historia. Para que me entiendan bien, el PP pacta con Vox que no cree en la violencia de género ni en la contaminación de los ríos, ni siquiera que en invierno hace más frío que en verano. Nosotros defendemos la cuota de la mujer en empresas, en el fútbol, en la orquesta de mi hermano el extremeño, en todas partes menos en Moncloa que solo hay un veinte por ciento de los cargos ocupados por señoras, pero es que a Begoña no le agrada que esto se llene de mujeres.
P.- Presidente, qué espera usted que ocurra el viernes en el juzgado? ¿Qué le cuenta su abogado Camacho?
R.- Le diré una cosa, pase lo que pase, no pasará nada. Aquí se traga con todo, llevo seis años haciendo de mi capa un sayo y sigo tan a gusto en la Moncloa, con mi colchón y mi Begoña, tarareando lo de Kaka de Luxe, mi grupo favorito junto a The Killers y Los Planetas. Qué público más tonto tengo.
O, como decía Chirac -¿o era Macron?- para que se me entienda bien, «cuantas más mentiras suelto en mis discursos, más me aplauden».