EL MUNDO 03/06/14
· IU y Podemos reclaman un referéndum y ‘calientan’ en la calle la república
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó ayer la defensa cerrada que este partido siempre ha hecho del Rey. Y lo hizo con toda la solemnidad, leyendo una declaración institucional en nombre de la Ejecutiva. El texto destaca que el Rey ha asegurado «la integridad del Estado», «el funcionamiento de las instituciones» y ha sido «un factor clave en la cohesión de todos los ciudadanos en torno a un esfuerzo colectivo de paz, libertad y bienestar social». En definitiva, ha hecho posible «el mejor periodo de nuestra historia moderna».
Rubalcaba pronunció estas palabras tras la Ejecutiva del PSOE que aprobó el procedimiento para sucederle. En la declaración también subrayó el «compromiso inquebrantable» del Monarca «con la democracia y con los derechos y libertades de todos».
Todos los dirigentes socialistas de primera línea han defendido siempre la figura de Juan Carlos I y su papel en la llegada y consolidación de la democracia en España. Aunque en privado reconocen que los errores de los últimos años han lastrado la Corona, fuentes de la dirección señalan ahora que la abdicación es una oportunidad para rescatar una institución que siempre ha servido para unir a los españoles.
Por eso, Rubalcaba resaltó que Felipe de Borbón «representa el respeto a la Constitución y a la normalidad institucional». Su «exhaustiva y permanente formación» son «el mejor aval para que el Reinado que ahora va a iniciar constituya un nuevo periodo de éxito en nuestra convivencia colectiva».
El líder del PSOE sigue siéndolo en parte porque sabía lo que iba a ocurrir ayer. Desde marzo, Rubalcaba conocía la voluntad del Rey de abdicar y coincidía en que el momento más idóneo era después de las europeas. Así lo acordaron el Rey, Mariano Rajoy y el líder de la oposición. El Partido Socialista era la tercera pata de un acuerdo que pasaba por aprobar en el Congreso una ley orgánica que haga posible la sucesión.
Por eso, tras debacle electoral Rubalcaba no dimitió. Fuentes próximas al secretario general explicaron que no quería que la abdicación se produjera con un PSOE gobernado por una gestora, sino con un partido bajo su dirección. Eso garantizaba una sucesión ordenada, ya que Rubalcaba podía coordinar la respuesta socialista a la abdicación.
El apoyo de Rubalcaba a la institución continúa la línea que marcaron Felipe González, Joaquín Almunia o José Luis Rodríguez Zapatero. Ellos y los dirigentes actuales han defendido siempre la Monarquía Parlamentaria como garantía de estabilidad democrática y territorial. Y eso a pesar de que el PSOE tiene alma republicana.
Juventudes Socialistas, por ejemplo, reivindica la república y ayer lo volvió a hacer en las redes sociales y en la calle, apoyando las concentraciones republicanas. También cargos dispersos del partido como los secretarios generales del PSOE de Soria, de Palma o el portavoz en el Parlamento gallego pidieron un referéndum para que los españoles decidan el modelo de Estado. En cada congreso o conferencia hay delegados que defienden, vía enmiendas, implantar una república. Pero nunca son aprobadas, como ya pasó en la Conferencia Política de noviembre.
En el inmediato futuro, el partido no va a virar hacia el republicanismo. Ni Susana Díaz, ni Eduardo Madina ni Carme Chacón son republicanos. Sólo uno de los candidatos a la Secretaría General, José Antonio Pérez Tapias (de la minoritaria Izquierda Socialista), reclama un referéndum para que los españoles decidan si quieren monarquía o república.
UPyD garantizó su respaldo institucional al relevo en la jefatura del Estado «con arreglo a las normas y el respeto a las instituciones». Pero, a diferencia de PP y PSOE, la formación, muy activa en su denuncia del casoNóos y en la reclamación a la Casa Real de mayor transparencia, pone deberes al nuevo monarca. Desde Bilbao, Rosa Díez aseguró que «le corresponderá dar respuesta» a la demanda social de «regenerar la democracia». Por contra, IU o Podemos son partidarios de la ruptura, de construir un nuevo sistema.
El republicanismo pasó ayer de ser algo etéreo para mutar en una opción real. En la tesitura del cambio anunciado por el Rey, el partido de Cayo Lara defendió la convocatoria de un referéndum para decidir entre Monarquía o República. Éste es el cambio respecto a lo que sucedió hace 40 años. Con los años, Santiago Carrillo no dudó en proclamarse «juancarlista». Ahora, el coordinador de IU considera «inconcebible» el «derecho de sangre». IU está alentando las manifestaciones en las calles a favor de un referéndum. Y lo mismo sucede con Podemos. Su líder, Pablo Iglesias, aseguró que si no se da la palabra a los ciudadanos provocará «inestabilidad», en relación a las protestas. «Toca dar pasos valientes. Lo viejo tiene que ser sustituido por lo nuevo», señaló. Equo también quiere un referéndum.
Si la denuncia de la corrupción y las deficiencias del sistema económico y político se habían convertido en las señas de identidad de la izquierda alternativa, desde ayer se suma con enorme fuerza la defensa de la República; pero de verdad, sin teorías de por medio. Cayo Lara, ayer, estuvo en la Puerta de El Sol.