EL MUNDO – 31/07/16
· Reafirman su negativa a negociar la investidura ante la actitud del presidente tras ser propuesto por el Rey.
· PSOE y Ciudadanos se han reafirmado en su posición contraria a negociar la investidura de Mariano Rajoy ante la actitud del candidato del PP tras ser propuesto por el Rey, cuando afirmó haber aceptado «el encargo» del Monarca pero se resistió a comprometerse a solicitar la confianza del Congreso, como establece la Constitución, si no reúne los apoyos suficientes.
Los dos partidos, con cuyos líderes se reunirá Rajoy esta semana, interpretan ese movimiento del presidente en funciones como un intento de presión, una suerte de ultimátum al que, hoy por hoy, aseguran, no están dispuestos a sucumbir.
Ni Pedro Sánchez ni Albert Rivera quieren que se diga que se han negado al diálogo. Los encuentros serán el martes y el miércoles en el Congreso, pero a ambos acude Rajoy sabiendo que la posición que mantienen uno y otro es, en principio, firme: Ciudadanos se ha instalado en la abstención y PSOE, en el no.
PSOE y Ciudadanos no dan su brazo a torcer. Ni siquiera después de que Rajoy, en un movimiento táctico, haya dejado en suspenso el último paso del proceso que le ha encomendado el Rey: solicitar la confianza de la Cámara para ser investido presidente. Una decisión ésta que en las dos formaciones políticas interpretan en clave de presión, una suerte de ultimátum que consideran inconstitucional y al que, hoy por hoy, aseguran, no están dispuestas a sucumbir.
El candidato designado por Felipe VI ha cerrado ya citas con los líderes de los dos partidos que pueden facilitarle la formación de Gobierno, Pedro Sánchez y Albert Rivera. Ni uno ni otro quieren que se diga que se han negado al diálogo. Los encuentros serán el martes y el miércoles en el Congreso, pero a ambos acude Rajoy sabiendo que la posición que mantienen uno y otro es, en principio, firme: Ciudadanos se ha instalado en la abstención y PSOE, en el no. Una ecuación con estas variables imposibilita la investidura y la formación de un Ejecutivo. La cuestión es: ¿hasta dónde llegará el órdago del PP y hasta dónde la resistencia de sus rivales?
La decisión de ambas formacuiones se ha fortalecido, según explican en las direcciones de los dos partidos, tras los acontecimientos de la última semana. Y sobretodo tras la aceptación condicionada con que el líder del PP ha respondido a la designación del Rey y que, ni en la sede de Ferraz ni en la de Alcalá, comparten.
Pedro Sánchez ya ha advertido personalmente a Rajoy de la posición que sostendrá el PSOE. En la conversación que mantuvieron ambos el viernes, el secretario general de los socialistas, según explican fuentes de Ferraz, no sólo le avanzó que no podrá contar con los votos de sus 85 diputados, sino que le recordó «la obligación y la responsabilidad constitucional de presentarse a la investidura», consiga o no en un plazo razonable los apoyos suficientes. Y, de paso, le «animó a explorar» la vía de los 179 escaños que consiguió recabar para sacar adelante su diseño de Mesa del Congreso.
En definitiva, le urgió una vez más a buscar respaldo en el nacionalismo catalán y vasco aun cuando el primero mantenga en el frontispicio de su programa el derecho a la autodeterminación de Cataluña, un requisito que el propio Sánchez no podría en ningún caso aceptar por expresa prohibición del Comité Federal socialista.
En este último punto, los argumentos del líder del PSOE también entran en el terreno del puro tacticismo al pedir al rival político que pacte con quien él, de mantenerse fiel a los principios constitucionales de su partido, jamás lo haría.
En el PP mantienen que la posición de Pedro Sánchez es, en buena medida, personal. Creen que está movida por el «resentimiento», que «respira aún por la herida de su intento de investidura fallido».
En la primera fila del PP aseguran que el secretario general de los socialistas, ahora prisionero de sus tres noes–al Gobierno de Rajoy, a la alternativa de izquierdas más independentistas y a la convocatoria de terceras elecciones–, desea en el fondo que Ciudadanos se decida ya por apoyar con un sí al candidato popular, para amarrar cuanto antes el puesto de líder de la oposición. En cualquier caso, con tiempo suficiente como para que la actividad parlamentaria diaria le haya permitido marcar un perfil claro con el que poder presentarse en el congreso de su partido.
La ambigüedad de Rajoy al plantear el proceso de investidura ha sido un argumento a sumar en la posición de rechazo que defiende Sánchez. El portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, lo expresó con claridad: «Es inaceptable, irresponsable e inconstitucional». Y la diputada y ex magistrada Margarita Robles añade: «Si finalmente decide no ir a la investidura, el presidente en funciones tendrá que dimitir de forma irrevocable».
En todo caso, en Moncloa y en el PP creen que lo conveniente, si es que finalmente se pueden abrir negociaciones entre equipos políticos, es lanzar los mensajes y ofertas al PSOE más que a Sánchez, a fin de aprovechar el tirón de los referentes históricos que apuestan con mayor claridad por desbloquear la situación y permitir que gobierne Rajoy.
Desde el lado de Ciudadanos tampoco se ofrecen hoy por hoy más esperanzas al PP. También desde la formación naranja se considera inconcebible la posibilidad de que Rajoy finalmente renuncie a acudir al Congreso a solicitar la confianza aunque no cuente con apoyos. Creen que el presidente en funciones sólo ha conseguido generar «malestar y confusión» con su actitud.
Rivera se reunirá con Rajoy el miércoles pero también avanza su rechazo a negociar por cuanto su partido, insiste, ya ha movido ficha asegurando que, llegados a la investidura, se abstendrá en la segunda votación. C’s considera que pasar del no a la abstención es un paso suficiente y el resto debe correr a cuenta de otros, en concreto, del PSOE.
EL MUNDO – 31/07/16