EL MUNDO – 15/11/16
· Iceta gana tiempo y acuerda con Fernández crear una comisión para buscar soluciones.
· El PSOE y el PSC acordaron ayer congelar sus diferencias y darse al menos dos meses para buscar una salida al conflicto abierto tras la ruptura de la unidad de voto en la investidura de Mariano Rajoy.
El Comité Federal del PSOE del 23 de octubre acordó por mayoría hacer presidente al líder del PP con la abstención del PSOE. Pero los socialistas catalanes optaron por mantener su compromiso electoral y votar en contra.
A partir de ahora, una comisión bilateral evaluará si se debe o no revisar el Protocolo de Unidad Socialista que rige las relaciones de los dos partidos desde 1978.
La nueva dirección del PSOE no es muy favorable al Partit dels Socialistes de Catalunya. Ni a sus posicionamientos políticos sobre el modelo de Estado –los socialistas catalanes defienden desde siempre que Cataluña es una nación–, ni por el apoyo que el PSC dio a Pedro Sánchez.
Fuentes de la Gestora y de varias de las federaciones que ahora controlan el PSOE consideran que el PSC debería salir de los órganos de dirección del partido o, al menos, no tener voto en los mismos, como adelantó EL MUNDO el 20 de octubre. Eso podría suponer expulsar del censo de elección del futuro secretario general del PSOE a los 18.000 socialistas catalanes, que mayoritariamente son partidarios de Pedro Sánchez, según fuentes de este partido. El PSC es la segunda federación más numerosa del PSOE tras Andalucía.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, acudió ayer a Ferraz para limar sus diferencias con el presidente de la Comisión Gestora, Javier Fernández. La reunión fue larga –duró más de hora y media– y cordial, y sirvió para constatar que las diferencias de fondo entre los dos partidos están claras y tienen difícil salida.
Fernández ofreció a Iceta una salida intermedia y temporal: que una comisión compuesta por seis u ocho personas –con la mitad de sus integrantes del PSOE y la otra mitad del PSC– estudie las diferencias tanto orgánicas como políticas entre los dos partidos para proponer una solución. Iceta lo aceptó de inmediato y los dos estimaron que un «plazo razonable» pueden ser dos meses.
Fuentes de ambas partes fueron moderadamente optimistas. Pero, eso sí, resaltaron que las diferencias entre el PSOE y el PSC siguen siendo las mismas que antes del encuentro. Mientras estas discrepancias no se solucionen, el PSC no entrará en la Gestora del PSOE por decisión de Iceta. Fernández había dado el visto bueno a las dos personas que barajaba el líder de los socialistas catalanes, Teresa Cunillera y Núria Marín, según fuentes socialistas.
Tras la reunión, Iceta y Fernández comparecieron en Ferraz por separado. El dirigente catalán explicó que la ruptura de la unidad de voto fue «la excepción que confirma la regla» de la buena relación entre los dos partidos. En 38 años, resaltó Iceta, sólo ha habido «tres disfunciones» en esa relación. En todo caso, los dos acordaron «crear reglas que provoquen menos excepciones».
Tanto Iceta como Fernández destacaron el interés de las dos partes en «seguir caminando juntos con un proyecto compartido».
Además de las discrepancias orgánicas, la reunión reflejó importantes diferencias políticas. El modelo de Estado que defienden el PSOE y el PSC se fijó en 2013 en la Declaración de Granada. Un texto que es «un punto de partida» para Iceta y «un punto de llegada» para Fernández, como resaltó ayer.
Según el presidente de la Comisión Gestora, los socialistas catalanes están «rebasando lo aprobado en Granada». Cualquier cosa que lo haga «está superando los límites que los socialistas fijaron».
EL MUNDO – 15/11/16