ABC 10/10/16
· El presidente de la Generalitat ve conveniente repetir la alianza de CDC y ERC
Al más recalcitrante y optimista de los independentistas, la mera pregunta debería ofenderle. Pero al presidente de la Generalitat, no.
En la mism semana en que el Parlamento catalán ha traducido en resolución su «referéndum o referéndum» y aprobado una consulta independentista ilegal para septiembre d 2017, Carles Puigdemont se presta a contemplar el escenario de que el proceso secesionista embarranque –sea en los tribunales o en la calle, o en ambos sitios– y haya que convocar a los catalanes a unas nuevas elecciones autonómicas. Llegados a este momento, el máximo mandatario catalán es partidario de reeditar la coalición de Junts pel Sí ( JpS) que conformaron en las autonómicas de 2015 la antigua Convergència y ERC para afrontar las siguientes elecciones. Todo ello si no se ha podido «culminar» el proceso soberanista tal y como está previsto en la hoja de ruta, señala.
Según afirma Puigdemont en una entrevista al diario digital «El Nacional», «en unas circunstancias en que JpS» no hubiera podido «culminar su proyecto» y que se considere que éste sigue siendo válido, le parece «bastante evidente» la conveniencia de reeditar la coalición. Sería distinto, matizó, si llegado el caso en que se produzca este escenario, los integrantes de la coalición –la antigua CDC, ERC y diversos independientes– llegan a la conclusión «de que ya no es válida, y que no merece la pena seguir con esta estrategia, entonces las circunstancias serían otras».
Aún en este posible escenario, y sobre la posibilidad de que se presente como candidato a la presidencia de la Generalitat en las siguientes elecciones catalanas, Carles Puigdemont puntualizó que sólo se sentiría «obligado» a presentarse si ve que ha dejado «el trabajo a medio hacer», algo que, dice, no contempla.
Inhabilitaciones
El presidente catalán defiende la hoja de ruta acordada con la CUP, y que pasa, recordó, por la aprobación de las leyes de transitoriedad, por la convocatoria de un referéndum vinculante –«como muy tarde» en septiembre del año que viene–, y por unas elecciones constituyentes al cabo de seis meses en el caso de que el «sí» a la independencia haya ganado con más del 50 % de los votos. Así consta en las propuestas de resoluciones aprobadas con el voto de JpS y la CUP en el debate de política general de miércoles y jueves pasados.
En cuanto a la posibilidad de que los tribunales inhabiliten a políticos catalanes que ocupan responsabilidades institucionales o cargos de primer nivel dentro de los partidos independentistas –léase Artur Mas, Carme Forcadell o Francesc Homs, entre otros–, Puigdemont dijo que espera que en estos supuestos «continúen siendo fieles al mandato que ha hecho el pueblo de Cataluña». En otras palabras: que no acaten las sentencias. El «president» añade rotundo al respecto: «inhabilitando a la presidenta del Parlament, o a un consejero, o al president e, lo que están intentando es inhabilitar al pueblo y esto no lo aceptaremos nunca, y no seremos cómplices de esta inhabilitación general al pueblo de Cataluña».
Por otra parte, Puigdemont vivirá hoy una intensa jornada en Madrid. A primera hora, participará como invitado en los desayunos informativos que organiza la agencia de noticias Europa Press. Durante el día, además, tiene previsto reunirse de manera discreta –sin periodistas como testigos–, con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, con el que le une su apuesta por la celebración de un referéndum por la independencia de Cataluña. Aunque Iglesias reclama que dicha consulta sea pactada con el Estado, y no convocada de forma unilateral.
Iglesias y Puigdemont ya se reunieron el pasado abril, cuando el presidente catalán la recibió en el Palacio de la Generalitat en el marco de una ronda de contactos con líderes políticos e institucionales.