EDITORIAL ABC

  • Incluir a Junts en el nuevo Frankenstein supone un riesgo no solo para el futuro de España sino para el del propio Sánchez

No pierde ocasión el partido de Puigdemont de recordarles a los socialistas que cada minuto que pasa sube el precio de su posible apoyo a la investidura de Sánchez. Por lo pronto, no desvelará su opinión sobre la composición de la Mesa del Congreso hasta horas antes de que se produzca la votación. El prófugo de Waterloo afirmó ayer que «crece el nerviosismo y sube la subasta» a medida que se acercan los «días decisivos» para iniciar la nueva legislatura en las Cortes, que este jueves se constituyen. Y todo son incógnitas y graves temores respecto a una negociación que si nos atenemos a la lista de condiciones exigidas por Junts son del todo inasumibles pues suponen la desaparición efectiva del Estado en Cataluña. Incluir a Junts en el nuevo Frankenstein supone un riesgo no solo para el futuro de España sino para el del propio Sánchez, que quedaría toda la legislatura, votación a votación en las Cortes, a expensas del cumplimiento de esa agenda que persigue la demolición de la Constitución.