- Es en Cataluña donde el autócrata puede morir políticamente. Lo tiene bien merecido
Los problemas vienen cuando el abrazo con una banda local te priva del favor de la otra banda local. Y como en ambos territorios de excepción, País Vasco y Cataluña, hay dos calañas, dos índoles separatas, imagino a Sánchez despertándose a gritos en plena pesadilla de molusco gasterópodo repentinamente arrancado de la roca. Donde la lapa es él y la roca la Moncloa. Es el caso que, una vez adheridos, este tipo de moluscos y mandatarios se consideran establecidos para siempre.
Hablando de lapas, si los de la bomba ídem ganan en el País Vasco, Sánchez pactará con ellos por la afinidad instintiva que siente hacia los terroristas. Pero entonces el PNV se mosqueará. Más aún si Sánchez ordena a su propio de allá aliarse con Bildu aunque gane el PNV. Su predilección parece clara, y aquí la única duda está en quién es más proclive a romper con Sánchez: un Bildu desairado o un PNV preterido. Difícil respuesta, pues Sánchez en la Moncloa es la mejor opción de todo separatista vasco, lleve la boina calada hacia la izquierda o hacia la derecha. Así que allí pactará con Bildu. ¿Que el PSE se rompe la crisma? Recuerden: Sánchez solo tiene una medida, su permanencia en la ostentación. ¿Le ven muy preocupado por el hecho de que el poder autonómico del PSOE se reduzca a cuatro comunidades (una de ellas en manos de Page)?
Es en Cataluña donde el autócrata puede morir políticamente. Lo tiene bien merecido. Su inclinación será gobenar con ERC, obligando a Illa, que quedará primero, a ceder la presidencia. Pero si hace eso, que es lo que le pide el cuerpo, conocerá de una vez por todas a Puigdemont, con el que casi todo el mundo se equivoca. En efecto, contra la popular creencia, Puigdemont sí tirará a Sánchez votando junto con Vox en una moción de censura del PP. Si el autócrata llegara a entender esto (que no creo) tendría que hacer presidente a Puigdemont. Pero entonces, suerte con ERC.
PS/ Penúltimo dispendio del hortera: cancela el contrato de catering del Falcon (80.000/año) y firma con la lujosa Do & Co por dos millones/año. Dos millones en catering. Cabrán… ¿diez personas? Calculen. El presidente quiere trufa y Defensa poder elegir entre 66 platos.