EL MUNDO – 08/04/17
· Carles Puigdemont viajó en secreto el miércoles a Estados Unidos para agotar la búsqueda de apoyos internacionales al proceso soberanista al otro lado del Atlántico.
· La misión diplomática, que el Govern ocultó al Ejecutivo central y a los medios de comunicación –excepto a TV3–, llevó al president a reunirse ayer en Atlanta con el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, quien desde los años 80 ha mediado en decenas de conflictos y procesos de paz y ha promovido observadores en países sin democracias desarrolladas.
El Govern evitó equiparar ante Carter a España con los países con democracias por desarrollar o a Cataluña con poblaciones cuya opresión es reconocida de forma global y en las que la fundación del ex presidente de EEUU ha intervenido a lo largo de las últimas cuatro décadas. Sin embargo, Puigdemont no rechazó la idea de que, llegado el momento, un organismo internacional ejerza de negociador entre ambas partes. «Nosotros tenemos la mesa puesta para que se siente el Estado español. Y si hace falta que haya la mediación de otra gente, por nosotros no será que no», dijo. La fundación de Carter, cuya agenda pública se ha reducido en los últimos años por una enfermedad del ex presidente, no emitió ayer ninguna nota sobre la reunión con Puigdemont.
Entre otras mediaciones recientes de la organización pacifista de Carter se incluye el envío de observadores internacionales a las elecciones celebradas en Filipinas, Zambia, la Guayana francesa y Túnez. La fundación también mantiene desde hace años vías abiertas de diálogo en el conflicto que enfrenta a israelíes y palestinos y busca fomentar el diálogo en la guerra que enfrenta a Sudán y Sudán del Sur.
El propio president se esforzó por acentuar en un mensaje grabado por TV3 que el objetivo de su viaje secreto a Atlanta no era el de «invitar» a la Fundación Carter a ejercer de «mediadores» entre la Generalitat y el Gobierno. Puigdemont rebajó su misión a «escuchar y ser escuchado», sin consecuencias efectivas más allá de las derivadas de una conversación con un político que «nos puede orientar».
Puigdemont también acudió «invitado» a la reunión anual del Círculo de Embajadores que la fundación de Carter celebró el jueves. La invitación al president fue remitida a finales de febrero, según explica la fundación a través de su página web. El ex vicecónsul de EEUU en Barcelona y miembro del Consejo Consultivo de Diplomacia de la Generalitat, Ambler Ross, medió para que Puigdemont recibiera la carta de la fundación.
El president aprovechó su viaje para presionar al Gobierno y advertirle de que, conforme se acerca la fecha del referéndum, el desafío soberanista podría atraer la atención internacional. Puigdemont aseguró que, cuando se convoque la consulta, será necesaria la intervención de observadores internacionales que validen el resultado. «Queremos que haya el máximo número de observadores que puedan garantizar que se cumplan las exigencias más rigurosas de los estándares internacionales», según difundió el Govern a través de una nota de prensa.
El president viajó a Estados Unidos el miércoles tras finalizar la sesión de control al Govern en el Parlament, y regresó a Cataluña ayer por la noche. Durante su ausencia, sólo conocida por los miembros del Ejecutivo catalán y organizada por el president y los consellers del PDeCAT, el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, ejerció de presidente accidental.
El viaje de Puigdemont a Estados Unidos, además de inesperado, se llevó a cabo menos de cuatro días después de que finalizara un primer tour en busca de apoyos al procés. Hace dos semanas viajó a diversas ciudades estadounidenses para difundir el desafío soberanista –protagonizó una conferencia en un centro de Harvard– y se reunió con tres congresistas, dos republicanos y uno demócrata. Los esfuerzos por lograr el apoyo de representantes de EEUU al referéndum vivirá otra entrega este domingo, cuando está prevista una reunión de Puigdemont y Junqueras con los congresistas Dana Rohrabacher y Brian Higgins.
Mientras, el candidato conservador a la Presidencia de Francia, François Fillon, también se refirió el martes al proceso soberanista catalán durante una entrevista radiofónica. Tras advertir de que se trata de «una cuestión interna española», Fillon vio «chocante que se niegue totalmente el derecho a decidir».
EL MUNDO – 08/04/17