ABC – 26/07/14
· El expresidente de la Generalitat, que primero negó las acusaciones por considerarlas un ataque a Cataluña, reconoce el fraude y pide «perdón».
· «34 años Pujol ocultó una herencia de su padre, comunicada ahora a Hacienda por sus hijos, 34 años después.
· «Asunto familiar» Mas circunscribe los hechos al ámbito familiar y el PP denuncia el «engaño durante tantos años».
Un ataque a Cataluña, un intento de desacreditar el proceso soberanista… Durante muchos meses, las informaciones referidas a los negocios o a las supuestas cuentas en el extranjero de la familia Pujol han sido descalificadas como un intento de ensuciar un apellido que para el imaginario del nacionalismo catalán ha estado siempre por encima del bien y del mal. Ahora, por lo que se conoció ayer, un apellido también por encima de las obligaciones fiscales de la ciudadanía.
En una carta remitida ayer a los medios, Jordi Pujol i Soley, presidente de la Generalitat de Cataluña entre 1980 y 2003, confesó haber tenido desde 1980 dinero en el extranjero sin regularizar, unas cantidades que, 34 años después, sus hijos han acabado declarando a la Agencia Tributaria.
En un tono muy distinto de la disciplicencia, cuando no arrogancia, con la que en los últimos meses se ha bandeado cualquier revelación relativa a los cuentas y negocios de su familia, Jordi Pujol hizo pública ayer una carta a modo de confesión. Con «mucho dolor», aseguró, da cuenta de unos hechos que admite pueden «defraudar» a mucha gente de «buena voluntad que pueden sentirse defraudados en su confianza», y a la que pide «perdón». En la misma carta, que escribe, asegura, a modo de «expiación», el líder histórico del nacionalismo catalán se muestra dispuesto a «comparecer ante las autoridades tributarias o, si conviene, judiciales para acreditar estos hechos y de esta manera acabar con las insinuaciones y comentarios».
Exculpa a sus hijos
En su misiva, Pujol asegura que toma la iniciativa de hacer pública la evasión fiscal –algo que de todas formas habría acabado conociéndose– al ser el «único responsable», una manera de exculpar a sus hijos. La noticia se produce precisamente después de que uno de sus vástagos, Oriol Pujol, renunciase a la política acorralado por la investigación judicial en la trama de corrupción de las ITV.
El expresidente de la Generalitat relata que en el testamento de su padre, Florenci Pujol i Brugat, constaba el deseo de este de legar un dinero ubicado en el extranjero, distinto a los incluidos en el testamento, a su nuera y sus siete nietos. Ese dinero, «que no estaba regularizado», Florenci Pujol no lo legó a su hijo «por el incierto futuro» que le generaba su actividad política. Florenci Pujol falleció cinco meses antes de tomar posesión.
Jordi Pujol explica que la minoría de edad en ese momento de la práctica totalidad de sus hijos «me convertía en responsable legal de cualquier decisión (…) y a pesar de que mi consciencia y mi cargo me empujaban a rechazar esa herencia», acabó aceptando la voluntad de su padre. Pujol asegura que encargó la gestión de ese dinero a una persona de su máxima confianza, «gestión de la que no quise saber nunca el más mínimo detalle, hasta que llegados a la mayoría de edad todos mis hijos», uno de ellos se hizo cargo. En el mismo tono de toda la misiva, el expresidente catalán asegura que «es en este momento que mi error original contaminó directamente a mis siete hijos y a mi esposa».
El relato prosigue, entre la inculpación y la disculpa. «Lamentablemente no se encontró nunca el momento oportuno para regularizar esta herencia», añade Pujol, un ponerse al día con la Agencia Tributaria que no se aprovechó en ninguna de las tres ocasiones en las que los sucesivos gobiernos han autorizado estos procesos.
«Finalmente –prosigue Pujol– ha tenido que ser en los últimos días que los miembros de mi familia han regularizado esta herencia», aprovechando los incentivos de la «amnistía» de noviembre de 2012. Sin más consideraciones, Pujol reclama a quienes se hayan sentido defraudados por su persona «que sepan separar los fallos de una persona, por muy significativa que haya sido y que esta declaración sea reparadora en lo que sea posible del mal y de expiación para mí mismo».
«No tengo cuentas en Suiza»
El tono de la confesión de Pujol constrasta con las manera con las que él mismo, su hijo Oriol, y CDC en general, han despachado las informaciones relativas a las cuentas en el extranjero de la familia, que salieron a la luz tras un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) del Cuerpo Nacional de Policía. Unos meses después de esas informaciones, aparecidas en la campaña de las autonómicas de 2012, Jordi Pujol declaraba rotundo en una entrevista en Antena 3: «No tengo cuentas en Suiza».
En la misma entrevista, Pujol se mostró muy molesto con la actuación de la Policía en un proceso de «destrucción de una familia que debe representar algo (en Cataluña), cuando se nos ataca tanto». En el mismo tono, exigió al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que aclarase lo ocurrido. «Todo eso de la UDEF, ¿qué coño es lo de la UDEF?».
Ayer, el mismo día en el que Artur Mas daba cuenta de la reorganización de la cúpula de CDC tras la marcha de Oriol Pujol, el presidente catalán situaba en el ámbito «personal y familiar» la confesión de Pujol. «Es un tema estrictamente privado, personal y familiar que no tiene nada que ver ni con Convergència, ni con el partido, sino que son ellos y él, concretamente, el que ha creído oportuno dar estas explicaciones», afirmó Mas. Para el PP catalán la confesión «es el reconocimiento de un engaño que ha durado demasiado tiempo» y reclamó a Pujol que si disculpe ante los catalanes.
ABC – 26/07/14