EL CORREO 08/08/14
· El expresidente de la Generalitat reaparece en un pueblo de Gerona dos semanas después de admitir que ocultó dinero a Hacienda
Dos semanas después de admitir que ocultó dinero a Hacienda durante más de 30 años en varias cuentas en el extranjero y levantar una polvareda política que está poniendo patas arriba la política catalana, Jordi Pujol reapareció ayer en público para subrayar que está a disposición de las «instancias jurídicas y tributarias». El expresidente de la Generalitat, que fue localizado por los periodistas en un pueblo de Gerona, no aclaró si comparecerá en el Parlamento autonómico en septiembre para explicar el origen de su fortuna, tal y como plantean todas las fuerzas de la oposición.
Pujol fue localizado en Queralbs, un municipio que no llega a los 200 habitantes, próximo a la frontera francesa, y que durante años ha sido su residencia veraniega. Aparentemente relajado, el que fue máximo referente de CiU fue captado por los periodistas en dos ocasiones. Alrededor de las once de la mañana, Pujol abandonó la casa propiedad de la familia de su esposa, Marta Ferrusola, acompañado de un escolta para tomar un café en un bar cercano, momento que un equipo de Mediaset –propietaria entre otros canales de Telecinco y Cuatro– aprovechó para preguntarle por su situación. Sin embargo, Pujol insistió en que no pensaba hacer declaraciones.
Pero la emisión de las imágenes del tranquilo paseo que se había dado el expresidente catalán provocó que la expectación aumentase de forma considerable en Queralbs y acabase con las especulaciones de los últimos días sobre el paradero del expresident.
«Estoy bien»
Alrededor de las seis de la tarde, y ya con un amplio despliegue informativo alrededor de la residencia familiar, Pujol fue algo más locuaz, aunque tampoco demasiado. Reiteró que se encuentra «bien» y justificó la decisión de emitir el comunicado en el que confesó las cuentas en el extranjero con un sencillo «era bueno hacer una aclaración».
Respecto a los supuestos delitos económicos que planean ahora sobre diferentes integrantes de su familia, Pujol explicó que este asunto «ya se planteará» si es necesario, pero rechazó aclarar nada. Además, admitió que no ha seguido todo lo que se ha publicado desde su confesión pública y detalló que busca en su residencia de Queralbs «un poco de tranquilidad».
Pujol, eso sí, recordó que ya en el comunicado que envió a finales de julio explicaba que estaba a disposición de las «instancias jurídicas y tributarias» que se hagan cargo de la investigación.
El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz instruye una causa contra uno de sus hijos por blanqueo de capitales, otro de los vástagos está imputado en un presunto caso de corrupción, un juzgado de Barcelona aceptó a trámite una denuncia de Manos Limpias contra el propio Pujol y la Fiscalía Anticorrupción ha comenzado a investigar las fortunas ocultas en Andorra y Suiza.
Menos claro todavía estuvo a la hora de desvelar si acudirá al Parlamento catalán a dar explicaciones, tal y como exigen todos los grupos de la oposición. «Aún no lo he decidido, ya se verá», se limitó a señalar.
Una postura que fue rechazada de inmediato por el PP y el PSOE. «Es absolutamente imprescindible para la higiene democrática de Cataluña que Pujol comparezca», señaló el popular Alfonso Alonso. Por su parte, el socialista Ximo Puig afirmó que las explicaciones del expresidente catalán no bastarán porque el caso de corrupción «una bomba que afecta al corazón» de CiU.