JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA-EL MUNDO
NO SABEMOS en qué quedará finalmente el caso. Pero el hecho de que la Fiscalía de Milán esté investigando las posibles comisiones que la Liga Norte, el partido de Salvini, habría recibido de empresarios rusos a cambio de un contrato petrolero no nos debería sorprender. Porque son ya demasiadas las evidencias acerca del entendimiento habido entre Moscú y las fuerzas populistas europeas. Esa alianza ha sido visible en el apoyo recibido por todas esas formaciones políticas vía el gigantesco aparato de medios de comunicación públicos rusos, como Russia Today, que cuenta con nada menos que 300 millones de euros de presupuesto para operar fuera de Rusia en varios idiomas (incluido en español), pero también a través de campañas de desinformación que se han valido de las redes sociales para azuzar los sentimientos antiinmigración y antieuropeos mediante la difusión de todo tipo de bulos, mentiras y noticias falsas (el último y más sorprendente la falsificación de una carta del ministro de Exteriores, Josep Borrell, en la que se da cuenta de un supuesto complot para asesinar a Boris Johnson organizado por los partidarios de la permanencia del Reino Unido en la UE).
Pero no solo se trata de apoyo mediático o en redes sociales, sino de dinero contante y sonante, como el crédito de 9,4 millones de euros recibido en 2015 por el Frente Nacional de Marine Le Pen. O los ocho millones de libras recibidas por Leave.EU, la principal organización que abogaba por la salida del Reino Unido de la UE, dirigida por el empresario Arron Banks, bajo investigación por sus múltiples contactos con Rusia y su imposibilidad de probar que esos fondos provinieron de donantes británicos. Recordemos también cómo en mayo de este año el líder del partido ultraderechista austríaco Partido de la Libertad, Heinz-Christian Strache, tuvo que dimitir tras difundirse una grabación en la que ofrecía contratos estatales a un oligarca ruso. Y no olvidemos las revelaciones de una investigación conjunta llevada a cabo por la BBC, Der Spiegel y la cadena de televisión alemana ZDF en abril de este año que señalaba cómo Rusia habría promocionado la carrera política de Markus Frohnmaier, que luego resultó ser elegido como diputado por el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Pero no seamos malpensados, no. Cuando todos estos partidos piden luego que se levanten las sanciones a Rusia por haberse anexionado Crimea y amputado Ucrania, lo hacen por sólidas razones patrióticas y de política exterior. Hoy por Putin, mañana por mí.