Del Blog de Santiago González
Ayer hubo dos momentos grotescos en la vida española. Uno fue la exposición razonada del juez Gª Castellón al Tribunal Supremo para que investigue al Moñas segundo de Pedro Sánchez por tres delitos: denuncia falsa, revelación de secretos y daños informáticos. La noticia oscureció la presentación por Sánchez de su Plan E. Dice que va a crear 800.000 empleos en tres años. En la misma tacada arregla la economía y la pandemia. Por cada dos empleos que cree salvará una vida.
Ricardo Colmenero: El aforamiento es probablemente el último privilegio de casta que le quedaba por disfrutar a Iglesias. Oigan lo que decía Podemos hace un par de años: “Hay que terminar ya con la figura del aforado. No puede ser que haya privilegiados que no puedan ser juzgados por tribunales ordinarios”.
Alejandro Vara comenta sobre el tema: “Ahora veréis la utilidad de tener a Lola en la Fiscalía”. Paco Lucas se teme y así lo cuenta en Twitter que “esto, lo de Iglesias, no va para adelante. ¿DE quién depende la Fiscalía? Pos ya está.
Hablábamos ayer del analfabetismo económico y hay que decir que en el PSOE hay honrosas excepciones. Jordi Sevilla manifestaba su perplejidad: Curioso, ¿la mayor subida de gasto público de la historia y apenas tiene impacto en el paro? Algo falla, ¿no?
El otro gran momento estuvo en el papelón del caso Iglesias es lo de aquí, su señora, tinta de calamar, que ayer salió con la ley del aborto para oscurecer la tendencia a la promiscuidad de su macho alfalfa que no se para ni ante el Código Penal: y va y propone que las niñas puedan abortar sin contárselo a mamá.
Ayer, esta pobre, que es más corta que la banqueta de ordeñar, respondió a la popular Marga Prohens en el Congreso: “¿Sabe cuál es la diferencia entre ustedes y nosotros? Que las querellas que a nosotros nos ponen terminan archivadas, las suyas terminan con sus militantes en la cárcel”.
Pablo Haro Urquízar proponía en Twitter algunos contraejemplos: ¿Todas archivadas?
La Justicia condenó a Echenique y se ratificó por mantener sin contrato a su asistente.
Isa Serra fue condenada a 19 meses de prisión por atacar a la Policía. Andrés Bódalo, ex concejal de Jaén, condenado y en prisión por apalear a un teniente de alcalde del PSOE. Bueno y la candidata de Podemos a la alcaldía de Avila, Pilar Baeza, condenada a 30 años por asesinato. Por poner unos unos ejemplos.
Como las paridas vienen a pares, también dijo: “Prefiero ser una ministra que viene del activismo a una ministra corrupta”. Acuérdate de la escolta a la que obligaba a hacerle los recados para después echarla y taparle la boca con 50.000 euros. Todo en la señora Ceaucescu es corrupción, desde su llegada al Gobierno por influencia marital.