¡Que nadie destaque!

IGNACIO MARCO-GARDOQUI-El CORREO

  • Los mejores MIR eligen Madrid no por mérito de Ayuso sino por quienes han convertido Cataluña en un lugar inhóspito para los que no comulgan con la matraca

La noticia ha pasado bastante desapercibida, pero a mí me parece enormemente significativa. Me refiero a la transferencia del sistema de los MIR, que adjudica plaza en la sanidad pública a los egresados de las facultades de medicina, solicitada por la parte catalana de la mesa bilateral ‘mollar’. Ya sabe que la ingeniería ‘indepe’ ha conseguido un logro tecnológico de suma importancia. Primero se ha garantizado una interlocución bilateral global con el Gobierno y luego la ha dividido en dos mesas de negociación.

En una, la que llamo ‘mollar’, van extrayendo temas concretos, como la ampliación del aeropuerto de El Prat o esto de la ruptura del sistema vigente de ingreso en la sanidad pública, al que vuelvo enseguida; y en la otra, la del ‘parrapleo’ infinito, se dedican a perder el tiempo y mantenernos entretenidos con cosas esotéricas como el referéndum de autodeterminación y la amnistía, que no serán porque, además de inconvenientes para todos, no pueden ser. Ni siquiera ‘dándole tiempo’ a Sánchez ‘El Magnánimo’ como propone Gabriel Rufián. En la primera se trata de ir obteniendo prebendas mientras nadie se asusta y en la segunda no se trata de arreglar nada, porque no se puede, sino que se trata de ganar tiempo sin romper la baraja, de manera que ERC pueda votar a Sánchez ‘El Dadivoso’ en las próximas elecciones, con lo que ambos ganan.

Lo bueno para la parte catalana es que no cede nada porque Sánchez ‘El Generoso’ no les pide nada. No necesitan moverse, más allá de poner la mano en posición de recibir. Ya tienen en el saco los indultos, el desprestigio del Tribunal Supremo, el despiste ante los Tribunales europeos, la indefinición del Tribunal de Cuentas y ahora El Prat, claro. ¿A cambio? ¿Se han movido los ‘indepes’? No mucho. A cambio, Aragonés se movió para cenar con el Rey, por supuesto en Barcelona. Eso es todo. Una cena que nos ha salido carísima al resto. Y lo que falta por registrar…

Vuelvo a la sanidad. ¿Para qué quieren romper el sistema de los MIR? Ni idea, supongo que para incrementar los requisitos de acceso que favorecen a los nacionalistas y tener mano en la adjudicación de plazas. ¿Se le ocurre alguna otra razón? Pero, ¿cuál es el resultado de esta manera de afrontar las cosas? Veamos. Resulta que de entre los 1.000 primeros puestos de los exámenes, probablemente los más capaces, el 14% elige plaza en los hospitales de Cataluña, mientras que el 33% lo hace en los de Madrid. Es decir, los mejores desdeñan destinos en el Este y prefieren irse al Centro. ¿Es mérito de Ayuso? No creo. Más bien es demérito de quienes están convirtiendo Cataluña en un lugar inhóspito para todos aquellos -son unos cuantos-, que no comulgan con la matraca, ni bailan con el raca-raca.

Es así como, año a año, promoción tras promoción e inversión tras inversión, Madrid ha sobrepasado la renta per cápita catalana, primero y la absoluta después. Todo es parte del mismo proceso y sus causas están claras para todos aquellos que quieran ver. Y esta tendencia, que convierte a Madrid en un agujero negro que atrae las mayores inversiones y absorbe las mejores cabezas, se convierte en una bola de inercia que crea riqueza y genera empleo a velocidades inalcanzables para el resto de las autonomías incapaces de seguir el ritmo. Y cuando más apriete ideológico, peor, más huida al centro. Madrid aporta ya 4.300 millones al Fondo de Solidaridad Regional, el 70% del total.

Los causantes del proceso -y ahora no me refiero solo a los causantes del ‘procés’-, pretenden parar el deterioro de sus regiones y reequilibrar la tendencia castigando fiscalmente a Madrid a quien su atractivo y sus políticas liberales, le permiten mantener un esquema fiscal liviano. Resulta curioso que sean precisamente aquellos que más han exigido capacidad de obrar y autonomía normativa quienes quieran frenarla a los demás cuando les perjudica porque pone de manifiesto su incapacidad.

Ahora Ximo Puig quiere imponer a Madrid una mayor presión fiscal y el esquivo e imprevisible ministro JoséLuis Escrivá le apoya. ¿Por qué razón habría que hacerlo? Para encontrar la respuesta podríamos solicitar ayuda a la exministra Celáa o al actual ministro de universidades Castells, quienes nos dirían que no hay que imitar al bueno, sino conseguir que todos seamos mediocres, para que nadie destaque.