Opinión
Oscar Monsalvo-Vozpópuli
- Tranquilo, Emiliano, se os toma por lo que sois: militantes del PSOE. Que aceptaréis lo que sea, vaya.
- “Que no nos tomen por tontos. Sabemos perfectamente de qué va el debate de la financiación”.
Las palabras que el barón socialista pronunció hace una semana sonaban como las del reloj de El día de la marmota. Repetitivas, gastadas, agotadoras. Todas las preguntas que se nos plantean cada vez que leemos el arrebato siempre estéril y siempre previsible de García-Page contra la última medida de su partido son retóricas, pero aun así hay que hacerlas. Para empezar, tenemos un “ellos” omitido. Esto es algo muy habitual en el lenguaje de los barones socialistas. Es parte de una gramática natural que parece operar de manera autónoma en los dirigentes del Partido. Por eso es necesario formular la pregunta. ¿Quiénes forman parte de ese “ellos”? Al no especificarlo, el receptor optimista puede pensar que está hablando de los independentistas catalanes. Es éste un enfrentamiento que el barón socialista cultiva como nadie. Ah, hasta aquí hemos llegado. Ya está bien. En España decidimos todos. Y luego deciden ellos, claro, porque los barones viven del Partido, y el Partido sobrevive gracias a quienes pretenden disolver España.
Después viene el receptor no ya optimista, sino abducido por la mentalidad hegemónica en nuestro país: el psoebuenismo. García-Page es el PSOE bueno, y ese “ellos” al que simula enfrentarse es el PSOE malo. Ese “ellos” sería la actual dirección del Partido. ¡Sánchez, Sánchez es el origen de todo mal! ¡Ah, si no estuviera Sánchez, nos iban a oír los independentistas! ¡Sujetadme!. Para el receptor abducido, el PSOE estaría deseando poner freno a esa ruptura de España de la que siempre se han reído, a la que siempre han quitado importancia y que siempre han promovido.
Pero el misterioso “ellos” no es lo más interesante del discurso arrebatadoramente baronil. Lo interesante es el “nos”. ¿Quién está ahí? ¿A quiénes se refiere García-Page? ¿Quién forma parte del equipo de este manchego heroico? Podría referirse a los manchegos o a los españoles en general, pero lo más probable es que esté apelando a los socialistas de España.
¿Hasta qué punto se puede decir que alguien está tomando por tonto a otro cuando el otro se empeña constantemente en demostrar lo que es con efusividad española, puntualidad kantiana y claridad cartesiana?
Que no nos tomen por tontos, les dice. Tal vez habría que preguntarse ahora, abusando de la paciencia del lector, qué quiere decir el barón con “tontos”. ¿Es tonto el que se deja mangonear una y otra vez por los compañeros de Cataluña? ¿O el que sigue confiando en un Partido para el que la palabra dada es tan sólida y tan duradera como el hielo en el desierto? ¿Se habrá puesto verdaderamente profundo el barón y estará pensando en la degradación personal, espiritual, de quien no se cree las mentiras y elige conscientemente someter su juicio propio y su dignidad a las directrices de una organización? Por terminar con las preguntas: ¿hasta qué punto se puede decir que alguien está tomando por tonto a otro cuando el otro se empeña constantemente en demostrar lo que es con efusividad española, puntualidad kantiana y claridad cartesiana?
Recordemos algunos de los hitos en esta complicada relación del socialista español con su partido, más allá de la singular cuestión catalana. El pacto con Podemos que no se iba a producir. Los pactos con Bildu que eran inimaginables. La amnistía que nunca iba a llegar. La creación de un régimen de impunidad de facto para dirigentes socialistas y amigos.
¿Se han fijado en la programación de TVE? ¿En los periodistas a los que están promocionando y en los personajes a los que están colocando? Intxaurrondo se convirtió en la voz de los informativos y Belén Esteban se convirtió en un servicio público
La evidente degradación de los servicios públicos. ¿Se acuerdan de cuando la izquierda centraba sus campañas en la destrucción de lo público por parte de la derecha? Ellos no lo destruyen. Lo psoecializan. Los viajes en tren son sin duda el mejor ejemplo de una gestión indolente y de un discurso público absolutamente contradictorio con los resultados y absolutamente desquiciado en cuanto al tono. O sea: Óscar Puente. Pero no son sólo los trenes. Castells “todo-está-en-Internet”, responsable de las universidades. Urtasun y la descolonización de los museos. ¿Se acuerdan del general jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil que durante la pandemia salió a decir que trabajaban para reducir el clima de opinión contrario al Gobierno? ¿Se han fijado en la programación de TVE? ¿En los periodistas a los que están promocionando y en los personajes a los que están colocando? Intxaurrondo se convirtió en la voz de los informativos y Belén Esteban se convirtió en un servicio público. El bailecito inaugural del programa aquel, más allá de lo que costó, fue la escenificación de todo lo que ofrece esta banda. Telebasura institucionalizada.
Esta degradación de lo público y de las instituciones viene necesariamente acompañada de un movimiento lingüístico que permita colocar mejor un mensaje absolutamente ajeno a la realidad. El mejor ejemplo es que ya no hay parados; hay trabajadores fijos discontinuos. Con el Partido la ciencia pasó a ser Ciencia y los activistas con papers, científicos. Háganles caso, tienen estudios. ¿Se acuerdan del comité de expertos usado como excusa para la arbitrariedad pandémica? Abran cualquier día El País. ¿Ven los titulares que incluyen sujetos como “los expertos”, “varios científicos” o “personalidades destacadas del mundo de la cultura”? Pues son ellos. Los de siempre. Pero ahora con etiqueta ECO.
Cierrabares en pandemia
¿Se acuerdan del confinamiento? Fue inconstitucional. Se dedicaron con pasión a cerrar bares, literalmente pero también en el sentido festivo de la expresión. Esta contradicción no ha sido nunca una anécdota ni algo exclusivo de unos pocos. ¿Se acuerdan de los discursos elogiando la educación pública? Los hijos a la privada. ¿Se han fijado en todos los discursos sobre cómo la inmigración masiva es fuente de riqueza y de crecimiento personal? Comunidades cerradas. No es anécdota ni se reduce a unos pocos casos. El mundo que están creando no es para ellos.
Así que, tranquilo, Emiliano. Con la financiación catalana, como con todo lo demás, no se os toma por tontos. Se os toma por lo que sois: militantes del PSOE. Que aceptaréis lo que sea, vaya.