EL MUNDO – 08/05/15
· La viuda de López de Lacalle clama por unas próximas generaciones «libres» en Euskadi.
A José Luis López de Lacalle lo asesinaron para silenciar la libertad de expresión. Quince años después de que ETA apagara su pluma a tiros, Andoain recuperó para la primera plana el mensaje por el que dio la vida el columnista de EL MUNDO. Su viuda, Mari Paz Artolazabal, alzó la voz ante el monolito en su memoria para clamar por lo que su marido tantas veces deseó con palabras: que las próximas generaciones conozcan un escenario de libertad sin asesinatos.
Fue un breve pero emotivo mensaje. Muy nerviosa, como confesó, dio un paso al frente para mostrar su deseo de que «por lo menos nuestros nietos conozcan la libertad de expresar sus ideas sin que por ello tengan que recibir ningún castigo». «Que sean libres», clamó.
Su intervención, en euskera y castellano, apenas sobrepasó el minuto. Fue por necesidad más que por deseo. Artolazabal pensaba «decir más cosas» ante el monolito situado en el parque de Andoain que lleva el nombre de su marido, pero la emoción y los nervios le impidieron continuar. Los aplausos de los asistentes suplieron a las palabras. El mensaje había quedado muy claro.
Artolazabal recibió el cariño, uno por uno, de la mayoría de los asistentes al sencillo homenaje que la agrupación socialista organiza con motivo del aniversario del asesinato de López de Lacalle, al que acudieron concejales del PSE, PP y PNV, así como Maixabel Lasa, ex directora de la oficina de atención a víctimas del terrorismo del Gobierno vasco. Un año más, no hubo representación del Gobierno de EH Bildu.
Desde el último homenaje, la actitud del Ejecutivo abertzale «poco o nada ha cambiado» en el municipio, quiso denunciar la candidata del PSE a la Alcaldía, Maider Lainez, ante los asistentes a la ofrenda floral. Ni un gesto con las víctimas a pesar de que la alcaldesa, Ane Karrere, «ha podido acercarse» a ellas por ser la primera regidora en gobernar sin la violencia de ETA. Sin embargo, pese a este inmejorable escenario, la primera edil no sólo «no conoce a las víctimas, sino lo que es peor, ni siquiera le importan».
«Es vergonzoso la insensibilidad que muestra ante todos nosotros, familiares y amigos de las víctimas», censuró Lainez, que ratificó su compromiso para que triunfe la «verdad, la reparación y la memoria» en una lucha que «desgraciadamente» ha implicado un alto precio en Andoain por el «acoso» de ETA. «No queremos que se cuente la historia de la manera que quiere Bildu», aseveró.
Mientras olvida a las víctimas, Karrere premia a familias de los presos de ETA con subvenciones a cargo de las AES, que en algunos casos «superan al mes el salario mínimo interprofesional» y deniega el permiso a los allegados del ex jefe de la Policía Local Joseba Pagazaurtundua, asesinado por la banda terrorista, para instalar en la calle un buzón en su memoria que «sólo busca reparación y acercarse a las víctimas». En definitiva, «nada ha cambiado» esta legislatura en Andoain, donde sigue muy vivo el legado que dejó López de Lacalle a través del monolito en forma de L donde permanece grabado el grito «Por la libertad. En homenaje a las víctimas».