A Carlos García (Bilbao, 1977) le provoca risa que le llamen el «gudari de las libertades». Pero su condición de único concejal del PP en Elorrio, el mayor feudo proetarra de Vizcaya, permitirá que el PNV sume el escaño necesario para arrebatar a Bildu la alcaldía, ahora bajo dominio de ANV.
«Estaban muy creciditos, pero no me va a temblar el pulso ante las coacciones», avisa. «La defensa del derecho a la vida y la libertad es ahora lo prioritario», afirma.
—¿Qué pedirá a la candidata del PNV a cambio de su apoyo?
—En principio, lo fundamental es desalojar a Bildu, los herederos de ANV, de la alcaldía. Le exigiré que suprima los 37.000 euros anuales de subvenciones que hasta ahora ha destinado el ayuntamiento a los presos de ETA para pagar sus facturas de teléfono móvil y comprarse pantalones de marca. A cambio, propondré ayudas sociales para los vecinos y, por ejemplo, la primera ambulancia para el pueblo.
—¿Cree que su voto al PNV será útil?
—Estoy convencido de que en lo fundamental, como es la defensa de la libertad y contra el terrorismo, sí estaremos de acuerdo porque ellos han sufrido en sus propias carnes la coacción y la amenaza de los proetarras. También compartimos la defensa del proyecto del Tren de Alta Velocidad. Frente a un ayuntamiento que ha apoyado a quienes asesinan a los empresarios del AVE vasco o ponen bombas en su trazado, colaboraremos y facilitaremos que estas obras se lleven a cabo y reviertan en riqueza y empleo para los vecinos.
—¿Teme represalias?
—No. Por desgracia, para mí el miedo está superado después de haber vivido situaciones complicadas como tener a «Txeroki» de vecino o que un «comando» de ETA tuviese las llaves de mi portal. Después de estas cosas, no me va a temblar el pulso cuando tenga que votar o tomar decisiones, por muchas amenazas, gritos o intentos de coacción que hagan los señores de Bildu.
—¿Qué les diría a los jueces del TC que han avalado su legalización?
—Les invitaría a que se pasen por aquí el día de la investidura, el 11 de junio, para ver lo demócratas que son los de Bildu.
—¿Cómo han vivido la campaña?
—Han arrancado nuestros carteles, puesto pegatinas sobre nuestras caras y amenazado a candidatos del PP. Los de Bildu estaban muy creciditos, pero han pasado de la euforia al chasco después de ver cómo su último escaños pasaba a mí.
ABC, 26/5/2011