El vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Oriol Junqueras, arrancó su intervención en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del pasado día 1 recordando su proyecto independentista. «Queremos un referéndum, es bueno que lo oigan todos de mi propia voz», dijo al resto de asistentes.
El líder de Esquerra mantuvo después una intervención técnica sobre la metodología de cálculo del déficit y su distribución para llegar a una conclusión política: «El techo de déficit debería estar muy por encima y por eso nos resulta muy difícil apoyar la propuesta». Finalmente fue de los pocos que votó en contra de la suavizada senda de déficit establecida por Montoro. También se quejó de que el nuevo impuesto estatal a las bebidas azucaradas perjudique el nuevo tributo previsto en Cataluña a estos mismos productos.
El consejero catalán protagonizó una de las pocas anécdotas recogidas en el acta del CPFF, cuando su homólogo aragonés le consideró un referente de austeridad. El consejero socialista de Hacienda de Aragón, Fernando Gimeno, dijo: «Yo recomendaría al señor ministro que se trajera al consejero de la Generalitat de Cataluña, porque es un modelo de cómo ha bajado el déficit en su comunidad. Le podrían adscribir al Ministerio o a la Vicepresidencia, porque consigue bajar el déficit del 3% al 1%». Soraya Sáenz de Santamaría respondió con ironía sobre la conveniencia de tal fichaje y tal descenso de déficit en Cataluña: «Todavía tengo mis dudas». Gimeno admitió que él mismo también las tenía. Junqueras se jactó de que, en efecto, «el déficit en Cataluña mejorará de forma muy notable».
El consejero catalán se apoyó en un organismo estatal, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), para defender que las comunidades autónomas tengan derecho a incurrir en más déficit. No obstante, hizo una afirmación que podría suscribir el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, o cualquier analista de banco de inversión: «Comparto el compromiso con la reducción del déficit público, porque si se produce un repunte en los tipos de interés, la situación será de una complejidad extrema para todos y para todos los ciudadanos». Es más, Junqueras se mostró preocupado con la excesiva deuda acumulada por la Generalitat y el Estado. «El incremento en el tipo de interés en un 1% conllevaría de un modo u otro un aumento en el coste del servicio de la deuda del conjunto del Reino de España de unos 10.000 millones de euros».
Agregó, no obstante, un discurso que sí recordaba más al líder de Esquerra que es. «Aunque comparto la necesidad de combatir el déficit, hay otros déficits que son tanto o más preocupantes en el ámbito de la educación, de la salud y de los ámbitos que más pueden contribuir al crecimiento económico y, por tanto, a la sostenibilidad financiera y presupuestaria futura», manifestó.