Editorial-El Español

La llegada de 1.004 nuevos menas a Canarias en sólo un mes ha confirmado que la crisis que padece Canarias por el aumento exponencial de la inmigración ilegal no sólo está muy lejos de solucionarse, sino que se agrava con el paso del tiempo.

Canarias ha recibido 5.699 menas en 2024, el 13% de los casi 42.000 inmigrantes ilegales llegados a las islas en los últimos doce meses. Los principales perjudicados son los ciudadanos canarios, pero también los propios menas por la saturación y el colapso de los servicios de acogida.

La posibilidad de que el Gobierno central esté dilatando las negociaciones y dejando pasar el tiempo sin tomar decisiones ni facilitar el acuerdo con el PP y el Ejecutivo regional empieza a ser ya una evidencia difícil de refutar.

El Gobierno se escuda en la negativa del PP a reformar el artículo 35 de la ley de extranjería para el reparto forzoso de los menores no acompañados por el resto del territorio nacional.

Pero tiene razón el PP cuando pide concretar las condiciones de ese reparto, la presencia de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), derivar algunos de esos menas a otros Estados miembro de la UE y, sobre todo, que el Gobierno se comprometa a aportar los fondos económicos para la acogida de los menores.

Tiene razón también el PP cuando recuerda que el principal opositor a ese reparto forzoso de menas entre el resto de comunidades españolas es Junts.

Este jueves, los principales actores de la crisis tendrán una nueva oportunidad de desatascar las negociaciones en la reunión tripartita que mantendrán el Gobierno autonómico canario, el PP y el Gobierno central.

Sin embargo, y como informa hoy EL ESPAÑOL, el Gobierno intentará utilizar la desesperada situación que se vive en las Canarias como arma de presión para la ruptura del PP y de Coalición Canaria en el Ejecutivo regional.

Pero los menas no pueden convertirse en elemento de negociación ni en la palanca para «mover» a los socios de gobierno del PP lejos del área de influencia popular. ¿Quiere Pedro Sánchez solucionar la crisis migratoria o romper el Gobierno canario?

Se engaña el presidente si cree que la microburbuja en la que ha vivido durante el Congreso del PSOE en Sevilla es real y le va a librar, al menos durante un tiempo, de la obligación de gobernar, así como de las investigaciones judiciales y policiales que afectan tanto a miembros de su gobierno como a su círculo más cercano.

Este diario lo ha dicho en anteriores editoriales. PSOE y PP no pueden autoengañarse respecto a la inmigración ilegal. El desamparo de los menas que llegan a España no quiere decir que las mafias no existan y que la inmigración ilegal no esté siendo utilizada por determinados países del norte de África como arma de guerra híbrida.

El Gobierno no puede sumar al chantaje de determinados países africanos, que sufre principalmente la comunidad canaria, el chantaje a CC para que rompa con el PP. Los menas son seres humanos, no cuñas políticas contra Alberto Núñez Feijóo.