EL MUNDO 05/07/14
· Afirma que se le «han quitado las ganas» de interceder para un encuentro Rajoy-Urkullu
Asumido el liderazgo del partido en la batalla contra el nacionalismo, la presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, elevó ayer el tono de denuncia contra el PNV. Con ETA inactiva, censuró que la formación nacionalista quiera ahora «liderar el fin» de la banda terrorista cuando, «si fuera por ellos, por sus pactos de Lizarra, ETA hoy seguiría matando».
Frente a este intento del PNV de «colocarse en primera fila» del proceso del final del terrorismo, cuando su pretensión siempre ha sido pactar con el brazo político de ETA, Quiroga reivindicó el papel de su partido para llegar al actual escenario de no violencia, ya que, según aseveró, «sólo gracias al PP y a la sociedad vasca, que dijo ‘hasta aquí hemos llegado’, estamos hoy en una situación diferente».
La jornada Un nuevo impulso para Guipúzcoa que ayer organizaron los populares, y que culminó un proceso abierto para «escuchar y asumir» las ideas de los ciudadanos, sirvió de escenario para la contundente crítica de la presidenta del PP vasco, indignada por la reiterada actitud del PNV de «anteponer sus intereses electorales» a los de la sociedad vasca.
Éste no fue, además, el único reproche duro que lanzó ayer a la formación jeltzale, ya que unas horas antes, en una entrevista en Radio Nacional, aseguró que se le «han quitado las ganas» de interceder ante el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para posibilitar un encuentro con el lehendakari, harta de que lo único que mueve a Iñigo Urkullu es «defender los intereses soberanistas y no los de los vascos». «Esta vez le dejo al criterio de Rajoy», afirmó al comprobar que la «preocupación» del lehendakari es sólo «su lista de la compra».
Su doble palo al PNV supone una respuesta en el mismo tono a la encendida intervención de la pasada semana de Urkullu. El lehendakari estalló y arremetió con dureza contra Rajoy por su «obsesión recentralizadora», hasta el punto de exigirle que «deje en paz a los vascos y se dedique a gobernar».
En el caso de Guipúzcoa, Quiroga censuró que el PNV «ha estado con el cálculo electoral y no le ha importado cuáles iban a ser las circunstancias y cuáles iban a ser las consecuencias de un Gobierno de Bildu», dado que «ha preferido esperar y ver si con ese desgaste en las próximas elecciones podía tener un rédito electoral» en vez de pensar en las necesidades de la población. A este respecto, echó «en cara» a losnacionalistas que «hayan dejado estos años que estemos en una situación como está Guipúzcoa y San Sebastián» por su «cálculo electoral».
La actitud del PNV, defendió, contrasta con la postura del PP, que siempre ha mostrado un «compromiso de verdad con esta tierra, con la libertad y con el servicio público». «Éste es el valor que tiene el PP vasco y que otros no tienen», incidió la dirigente popular, quien quiso mostrar su «orgullo» por las personas que integran la formación. «Estamos como después de una batalla, con el alma herida, pero tenemos la capacidad de la ilusión y de renovar el compromiso con la sociedad guipuzcoana», señaló.
A las críticas al PNV se sumó el presidente del partido en Guipúzcoa, Borja Sémper, que en su discurso aseguró que se «niega» a que a los jeltzales «les salga gratis lo que nos han hecho a los guipuzcoanos, a la economía y al prestigio de Guipúzcoa por sus interesados cálculos electorales». Según manifestó, «muchas de las circunstancias que se sufren en Guipúzcoa son su responsabilidad directa» por permitir que Bildu gobierne en el territorio.
Esta actitud, aseguró, «demuestra que el PNV no quiere ser alternativa» al Gobierno de la coalición abertzale. Por ello, sentenció que el PP es «la alternativa a Bildu» y a sus «gobiernos tristes, desastrosos y lamentables». De cara a las próximas elecciones municipales y forales, advirtió de que el objetivo «no es arañar votos», sino «ganar» en San Sebastián y «crecer en otros municipios», como Irún.