EL CORREO 13/07/14
· Aprovecha el homenaje a Miguel Ángel Blanco para emplazar al lehendakari a centrarse en «recuperar la dignidad de las víctimas» y no en los presos
La presidenta del PP vasco aprovechó una fecha más que simbólica, nada menos que el aniversario del secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco, para lanzar un mensaje al lehendakari. Arantza Quiroga emplazó ayer a Iñigo Urkullu a no «enredarse en buscar explicaciones al terrorismo, que no tiene» y a centrarse en «recuperar la dignidad de las víctimas, en lugar de en los presos de ETA».
Los populares de Euskadi realizaron una ofrenda floral en recuerdo del que fuera su concejal en el municipio vizcaíno de Ermua, cuando se cumplen 17 años de su muerte. Un homenaje que, como en citas precedentes, contó con la presencia de la hermana de la víctima, Mari Mar Blanco. Durante su intervención, Quiroga puso en valor el «sacrificio» de todos los cargos del PP durante los años en los que su compromiso significaba sufrir «la amenaza» del terrorismo. Con especial mención a aquellos a quienes, como a Miguel Ángel Blanco, ETA arrebató la vida. «Han dejado un vacío enorme e irremplazable que algunos pretenden se vaya evaporando con el tiempo», expresó. La líder popular advirtió que se «equivocan quienes, como el lehendakari, ignoran que dicho vacío representa algo mucho más importante, intangible, que es la dignidad». «La dignidad», apostilló, de quienes fueron asesinados, no de quienes «lo ocasionaron».
Quiroga abogó en este sentido por no «perder el tiempo» buscando justificaciones a la barbarie del terrorismo. «No tiene explicación, no se enrede ahí lehendakari», dedicó a Urkullu, a quien reclamó que mire hacia las víctimas. La dirigente popular no dudó, en esta línea, en afear al jefe del Ejecutivo autónomo que centre su discurso en reclamar cambios en la política penitenciaria. «No son los presos, sino la dignidad de quienes ya nunca podrán estar junto a nosotros, la de las víctimas de ETA, la de los vascos en cuyo nombre se asesinaba, la que hay que recuperar como algo esencial y urgente para asentar un nuevo tiempo en Euskadi que merezca la pena», manifestó. «Lo demás –añadió– es seguir mercadeando políticamente con esa corrupción de la muerte que tanto daño nos ha hecho».
La líder del PP vasco recordó que fue «un chivato de ETA, un edil de HB, quien colocó en la diana a Miguel Ángel Blanco». «¿Cabe más corrupción política, personal y colectiva que aprovecharse del cargo para matar a otro concejal?», se preguntó. Defendió así la «firmeza democrática» como el camino «más eficaz» para afrontar el futuro en las mejores condiciones de «respeto, tolerancia y convivencia».
Por su parte, Mari Mar Blanco aprovechó su intervención para agradecer al Gobierno de Rajoy que «no haya variado la política penitenciaria» porque, afirmó, los presos de ETA «no son una preocupación de las víctimas ni de la democracia, sino un problema de la organización terrorista».