EL CORREO 30/06/14
· El Gobierno vasco cree que «es el momento» de modificar la Carta Magna porque existe un consenso general sobre su conveniencia
Mariano Rajoy ha abierto el melón de una hipotética reforma de la Constitución o, al menos, ha empezado ya a comprobar si hay agua en la piscina para una modificación de ese calado. Después de dejar claro en un acto en Sitges (Barcelona) el 31 de mayo que él no se ha cerrado en banda «nunca» a una revisión de la Carta Magna, el presidente del Gobierno aprovechó una reunión sobre la bajada de impuestos con los barones autonómicos del PP en Génova el pasado 20 de junio, justo un día después de la proclamación de Felipe VI, para sondearles sobre el alcance de la reforma.
Los presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el PP se opusieron en esa cita a una modificación legal que facilite un nuevo encaje de Cataluña en el Estado y, en definitiva, a cualquier reforma constitucional en clave federal que camine hacia una organización territorial «asimétrica» y favorezca a las llamadas nacionalidades históricas, esencialmente a Cataluña y Euskadi, según avanzaba ayer ABC.
Tanto en el acto del Círculo de Economía de Sitges como en la reunión de Génova, Rajoy insistió en que, si bien no está cerrado a una reforma, necesita conocer antes el «contenido» de esa modificación legal y sus objetivos. El ‘tempo’ también es fundamental para el jefe del Ejecutivo central, que descarta en todo caso abrir el debate esta legislatura, lo que elimina la reforma constitucional como posible solución al órdago catalán –la consulta está convocada para el próximo 9 de noviembre– y sitúa el debate en unas Cortes Generales, las que salgan de las urnas en 2015, renovadas y, con altísima probabilidad, sin mayoría absoluta de ningún partido.
Enquistar los problemas
Desde Euskadi, donde el lehendakari Iñigo Urkullu reclama con insistencia una reforma de la Constitución para blindar la autonomía política vasca al estilo del pacto bilateral que supone el Concierto Económico, Lehendakaritza considera «un error» que se siga posponiendo el debate sobre la modificación de los marcos legales «con la excusa» de que 2015 es año electoral. «Aplazar las decisiones no soluciona nada, enquista los problemas», insisten en el entorno del lehendakari, con el caso catalán como ejemplo. A su juicio, ahora «es el momento» de abordar el debate sobre los retoques en la Carta Magna, esencialmente porque, por primera vez en la historia democrática y tras la sacudida que han supuesto las pasadas elecciones europeas, sobre todo en el espectro de la izquierda, todas las fuerzas políticas se han posicionado «abiertamente» en la necesidad de una reforma. «Hay consenso general, así que es el momento», insisten en Lehendakaritza.