EL MUNDO 11/05/2013
· Los presidentes del Gobierno y la Generalitat apartan las tensiones independentistas.
· El Govern pide poder llegar al 2,1%, pero Camacho apuesta por un 1,8%.
· Mas-Colell anuncia «avances» tras entrevistarse con Montoro y Guindos.
Los presidentes del Gobierno y de la Generalitat de Cataluña aparcaron ayer todas las tensiones dialécticas, jurídicas e institucionales que les separan en una improvisada mini cumbre que dio luz verde a la negociación de la flexibilización del objetivo de déficit.
Una negociación a varias bandas, que arrancó con la reunión entre Mariano Rajoy y Artur Mas –por espacio de 20 minutos–, y que continuó con sendos encuentros, entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con el consejero Andreu Mas-Colell, y entre éste y el ministro de Economía, Luis de Guindos. Una agenda apretada que tuvo como pretextoel desembarco de buena parte del Gobierno en Barcelona, con motivo del arranque del Salón del Automóvil, y en la que estuvo completamente ausente el proceso soberanista, según las fuentes consultadas en los dos Gobiernos.
El presidente catalán, quien puso interés en normalizar estos encuentros calificándolos de «ordinarios», expresó la imposibilidad de redactar los Presupuestos para 2013 hasta que no se conozca el mencionado objetivo de déficit. En este contexto, y con un próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en el horizonte político, Mas reiteró ante Rajoy la necesidad de ampliar el margen de déficit previsto por el Estado para la Generalitat, del 1’2% del PIB actual hasta el 2’1%.
Según fuentes de la Generalitat, –y en línea con el propósito adelantado por el propio Montoro en la última reunión del CPFF de fijar un déficit asimétrico entre todas las Comunidades Autónomas– el presidente Rajoy aceptó «estudiar» dicha petición.
No obstante, el Gobierno de España parece poco proclive a doblar el objetivo, tal como pretende la Generalitat. Casualmente ayer mismo, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, dio alguna pista de las intenciones del Ejecutivo, al declarar en Catalunya Ràdio que este límite puede subir del 1’2% al 1’5 o al 1’8%. Ello proporcionaría a las arcas catalanas hasta 1.200 millones adicionales de margen para elaborar sus cuentas de 2013, una cifra secretamente acariciada por la Generalitat.
La dirigente popular aprovechó, en este sentido, para presentarse ante la opinión pública como agente mediador de los intereses de Cataluña ante su compañero de filas y ministro Montoro.
De las reuniones celebradas entre los responsables directos no trascendió nada, en todo caso. El encuentro entre Montoro y Mas-Colell, que tuvo lugar en la Delegación del Gobierno en Barcelona, duró una hora aproximadamente, tras la que el consejero se negó a dar detalles. Aseguró que habían hablado «de todo» y que se habían producido «avances», pero no habían llegado a ningún acuerdo.
Curiosamente, Mas-Colell se reunió a continuación con el ministro de Economía, Luis De Guindos. Pero el contenido del encuentro también quedó secreto. Las fuentes consultadas sólo reconocieron que estuvo sobre la mesa la reforma financiera y el próximo nombramiento del ex presidente de CajaSur, Carlos Pla, como nuevo presidente de Catalunya Banc, en sustitución de Adolf Todó.
EL MUNDO 11/05/2013