La cumbre celebrada el sábado en Roma por el 60 aniversario de la Unión Europea (UE) brindó un día después a Mariano Rajoy la oportunidad de insistir en que no permitirá el referéndum en Cataluña por «ilegal» y blandir su tesis predilecta contra las exigencias soberanistas. En esencia, que una Cataluña independiente quedaría descolgada del proyecto comunitario.
El líder del PP no se limitó a la habitual lista de males previsibles –«Cataluña saldría de la zona Euro, de la Unión Europea y del mercado único», enumeró–. Su participación en la clausura del XIV Congreso del PP catalán en L’Hospitalet de Llobregat le sirvió también para agrandar la distancia que advierte entre la Generalitat de Carles Puigdemont y los valores de la unión comunitaria. Para ello, Rajoy mencionó a lo largo de 40 minutos de discurso parte del texto acordado la víspera en Roma entre los 27 socios europeos. Entre otros aspectos, la incorporación al documento de referencias específicas a «la unidad» y al «cumplimiento de la ley» por todos los gobernantes, ambos añadidos por insistencia del Gobierno español.
El presidente acusó a Puigdemont y a sus socios de «liquidar el Estado de Derecho, uno de los cinco principios básicos» europeos al «saltarse la ley» destinando fondos públicos a la organización del referéndum. También lamentó que el Ejecutivo catalán desoyera la semana pasada las advertencias de los propios letrados del Parlament de Catalunya y del Consell de Garanties –considerado como el Tribunal Constitucional catalán–, coincidentes en alertar sobre la inconstitucionalidad de inyectar fondos de los presupuestos de la Generalitat para la consulta.
En su primera visita a Cataluña desde junio, Rajoy se centró en minar la credibilidad de la consulta y no dejó entrever ninguna oferta concreta a la Generalitat. Fue tajante también en cuanto a una votación que «nunca» admitirá porque «no lo permite nuestra Constitución ni ninguna otra constitución escrita». Insistió, en cambio, en su voluntad de «dialogar» con el Govern sobre todo, excepto sobre el referéndum. «Nunca nos pondremos de acuerdo para saltarnos la ley», ironizó y centró su oferta de encuentro en infraestructuras, financiación o en fondos para preservar servicios básicos como la sanidad.
Rajoy sí podría revelar el martes algún tipo de paquete de inversiones en infraestructuras para Cataluña durante unas jornadas organizadas en Barcelona por el Ministerio de Fomento. El anuncio, en todo caso, sólo será escuchado por el conseller de Territori, Josep Rull, después de que Puigdemont y el vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, hayan excusado sus ausencias.
El Ejecutivo catalán ha alegado motivos de agenda para justificar el vacío. Puigdemont hace meses que tiene previsto recorrer esta semana varias ciudades de Estados Unidos donde, entre otras acciones, pronunciará una conferencia sobre Cataluña en la Universidad de Harvard titulada Catalonia, today and tomorrow. Tampoco se prevé la presencia en el acto de Fomento de Junqueras, quien el martes presidirá el Consejo Ejecutivo del Govern en ausencia de Puigdemont.