ABC 11/05/2013
· El presidente del Gobierno y el de la Generalitat charlaron unos minutos, pero no trataron el desafío secesionista.
País plural «Nuestro país es plural, distinto en muchas cosas, pero trabajador, abierto y solidario»
La Cataluña diversa Los inmigrantes que llegaron formaron la Cataluña actual, «espejo de pluralidad»
La marcha de la economía «Queda mucho por hacer, pero comienza a haber realidades positivas»
Mensaje de concordia, formas exquisitas pero actitud rocosa ante el desafío soberanista. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visitó ayer Barcelona, un viaje con el que el Gobierno y el PP han pretendido simbolizar una renovada estrategia y línea de actuación del Ejecutivo con respecto a Cataluña; una mezcla de mano tendida en aspectos como la financiación y, sobre todo, la relajación del déficit —vital en una comunidad con sus finanzas al límite— combinada con una inflexible actitud, por ahora limitada al campo jurídico, en el combate de los distintos estadios de la agenda soberanista.
Así, pocos minutos después de que en Madrid la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría anunciase tras el consejo de ministros la posibilidad de que el Gobierno también recurra ante el Tribunal Constitucional (TC) el Consejo de Transición Nacional, el presidente del Ejecutivo lanzaba en Barcelona un mensaje de entendimiento, señalando el valor del «trabajo en común» y el de España como «un gran equipo». El marco era el idóneo para una visita señalada como clave, de manera especial por parte del PP catalán: agenda de contenido económico, mensaje de apoyo al Salón y a la industria del automóvil, de gran peso y tradición en Cataluña, e imagen de normalidad en las relaciones entre los presidentes Rajoy y Artur Mas.
Reunión informal
La última vez que ambos coincidieron públicamente fue en enero, en la inauguración de la conexión del AVE entre Barcelona y Gerona, con el Príncipe de Asturias presente, y donde en medio de no poca tensión Mas lanzó un discurso altamente reivindicativo que fue muy mal acogido por el Gobierno. Tras esa reunión vino otra, esta de carácter secreto en La Moncloa, con la que ambos presidentes parecieron retomar el camino del diálogo.
Ayer no hubo encuentro oficial, sí conversación informal de unos veinte minutos con la que, de manera distendida, ambos abordaron esencialmente el déficit de este año para Cataluña y el presupuesto de la Generalitat, según explicó Mas.
De hecho, el encuentro Rajoy y Mas, en el marco del Salón Internacional del Automóvil, bien podría decirse que fue el prólogo y la preparación del encuentro realmente decisivo, el que mantuvieron por la tarde el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y el consejero de Economía catalán, Andreu MasColell, para intentar acordar el objetivo de déficit para este año y consagrar la política de déficit asimétrico entre las distintas comunidades.
«País plural»
En cualquier caso, con la mano tendido, pero reforzado por el auto del TC que el miércoles suspendió la declaración de soberanía del Parlamento catalán, Rajoy quiso ayer en Barcelona lanzar un mensaje de unidad, instando a «trabajar en común», una apelación que en el contexto político actual en Cataluña cobró trascendencia: «Somos un gran equipo, y no podemos aspirar a nada grande sino somos grandes. Nuestro país es plural, distinto en muchas cosas, pero es trabajador, abierto y solidario».
Tras haber intervenido Artur Mas, que hizo un discurso de contenido eminentemente económico, sin alusiones o referencias al proceso soberanista, Rajoy tampoco quiso lanzar un discurso de gran contenido político, aunque sí se le entendió cuando advirtió de que la atracción de inversiones extranjeras, como las que ha protagonizado el sector de la automoción, no es posible sin estabilidad política.
Sí que aludió directamente a Cataluña Rajoy cuando recordó que la fabricación de automóviles, concretamente SEAT, fue el imán que atrajo a esta comunidad a miles de personas del resto de España, personas, dijo, que «encontraron no solo trabajo sino la calida acogida de una sociedad abierta e inclusiva», y que conformaron lo que es Cataluña ahora, «un punto de encuentro y de convivencia, un espejo de la pluralidad de nuestro país»
En clave ya más económica, reivindicó la agenda de reformas llevada a cabo por su Gobierno. «Hemos logrado salir con nuestro propio pie de los momentos más difíciles que vivimos el año pasado… Es mucho lo que queda por hacer, pero ya hay realidades positivas en nuestra economía: mejora de la balanza comercial, mejora del sector exterior, regreso de la inversión extranjera, reducción del déficit público, comenzamos a financiarnos a precios razonables…».
En esta línea, el presidente insistió que el Ejecutivo va a sacar adelante en las próximas semanas y meses una segunda oleada de reformas, citando en concreto la futura ley de garantía de la unidad de mercado, la ley de apoyo al emprendedor, la reforma de las administraciones públicas así como medidas para movilizar el crédito para las pymes o la reforma energética…
Rajoy agradeció personalmente a los representantes de la industria reunida en el Salón Internacional del Automóvil su confianza en España, país donde, tras un 2012 en el que el sector ha invertido 5.000 millones invertidos, se anunciarán otros 1.000 en los próximos meses.
ABC 11/05/2013