EL CORREO – 31/07/14
· El Ejecutivo vasco tilda de «insólito el proceder» del presidente del Gobierno central, tras enterarse por Arantza Quiroga de que la cita no será inmediata.
· Doble lectura Los problemas de agenda y el deseo de no abrir nuevos frentes políticos explicarían la demora.
Mariano Rajoy no recibirá a Iñigo Urkullu antes de irse de vacaciones. Así lo desveló ayer la líder del PP vasco, Arantza Quiroga, después de que fuentes cercanas al presidente del Gobierno se lo confirmaran el pasado lunes, durante la reunión del comité ejecutivo nacional del partido. Fijar la cita antes del parón estival, tal y como habían solicitado desde el Ejecutivo vasco, se presentaba cuanto menos complicado. Y no solo por una cuestión de agenda. Desde el Gobierno autónomo calificaron ayer de «insólito el proceder» de Rajoy, a quien afearon que «se dirija a otro máximo representante del Estado a través de los medios de comunicación», sin haber respondido a su solicitud por escrito de un encuentro formal. Restaron, en cualquier caso, importancia a si el cara a cara se produce «antes o después» y reiteraron su «disposición» a establecer «un cauce estable de diálogo, negociación y acuerdo».
Dos han sido las cartas que ha remitido en tres meses el lehendakari al presidente del Gobierno central – la última a mediados de julio– para reunirse con él con el fin de abordar «de manera bilateral» una «verdadera política de Estado». Pero la ausencia de respuesta alguna ha incomodado al Ejecutivo vasco. Conscientes de que el calendario apretaba, el pasado lunes el portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, afirmó que el Gobierno autónomo «agradecería que el encuentro fuera a la mayor brevedad» y no dudó en emplazar a La Moncloa a cerrar la cita «antes de las vacaciones». Parece que no ha sido posible. Y aunque la voluntad de Mariano Rajoy es la de recibir al lehendakari, según confirman desde su gabinete, todavía no se ha puesto fecha.
Caben, al menos, dos lecturas para explicar el hecho de que ambos mandatarios no se vean las caras antes de vacaciones. La primera es meramente burocrática: la agenda oficial de Rajoy estaba ya completa. El lunes recibió al nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El martes se citó con las patronales y los sindicatos, mientras que ayer estuvo durante más de dos horas con el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Un encuentro que alimentó, sin demasiado éxito, las expectativas de Lakua. El final de la semana también se presenta complicado. Hoy se celebra el aniversario de la fundación del PNV y los dirigentes jeltzales y el propio lehendakari realizan una ofrenda floral a Sabino Arana en Bilbao. Mañana, Urkullu tiene previsto acudir a Azpeitia, al acto que se celebra en la basílica en honor a San Ignacio. Además, coincide en que hay Consejo de Ministros presidido por Rajoy, el último antes de sus vacaciones.
La otra razón para aplazar el cara a cara es política. Con un frente abierto, el del soberanismo catalán, que ayer mismo se evidenció enquistado, el último deseo del presidente del Gobierno central antes de cogerse unos días de asueto es destapar otro nuevo. Las palabras del lehendakari, cuando recordó a Rajoy que «se equivoca si piensa que solo tiene el problema de Cataluña» tampoco habrían ayudado demasiado. Más bien al contrario. Como señalan fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo, «si ya se dice de antemano que tiene un problema mal empezamos».
El anuncio que Arantza Quiroga realizó ayer en una entrevista en Radio Euskadi cogió por «sorpresa» al Gobierno vasco. Fuentes del Ejecutivo dijeron no haber recibido respuesta formal por parte de Mariano Rajoy, al tiempo que subrayaron que la líder del PP vasco «ni es ni se le ha pedido que sea intermediaria del lehendakari». Un papel de «chica de los recados» que la propia Quiroga rechazó asumir porque «no le corresponde a una formación como el PP».
«Lo urgente, los temas»
Desde el Ejecutivo autónomo no dudaron, ahora bien, en tildar de «insólito el proceder de un presidente que se dirija a otro máximo representante del Estado a través de los medios sin haber hecho siquiera acuse de recibo a los documentos enviados», en alusión a las cartas remitidas por Urkullu a La Moncloa. Pese a todo, subrayaron que «lo importante» no es que el cara a cara se celebre «antes o después». «Lo urgente», advirtieron, es abordar «los temas» planteados en dichas cartas «desde un espíritu constructivo» y «ofrecer un cauce estable de diálogo, negociación y acuerdo».
En teoría, el objetivo que busca Urkullu, y que detalló en su último mensaje, es exponer un «listado largo y contundente» de asuntos que afectan a la «gestión ordinaria» del Ejecutivo vasco y que deben «ser abordados conjuntamente». Entre esas cuestiones figuran el acuerdo sobre el Cupo, las inversiones sobre I+D+i, la LOMCE, «los conflictos competenciales» en Sanidad, la «paralización del proceso de transferencias», la «conflictividad» ante el Constitucional, así como las iniciativas «que recentralizan el sistema institucional».
Más dura en sus críticas fue la líder del Bizkai buru batzar del PNV. Itxaso Atuxa consideró «lamentable, por no utilizar otra palabra más dura», que Rajoy no se haya citado con el lehendakari «desde hace tanto tiempo» y defendió que «por responsabilidad política» debería recibirle «cuanto antes», dado que tienen «muchos temas que tratar». Cuando se produzca, será la quinta reunión entre Rajoy y Urkullu desde que ambos están al frente de los gobiernos central y vasco. La última se celebró el pasado mes de enero.
EL CORREO – 31/07/14