EL MUNDO – 05/09/16
· Guindos asegura que se le podría haber dado un puesto mejor pagado en el exterior.
· El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, intentaron ayer sofocar las críticas internas a la designación de José Manuel Soria asegurando que era de justicia o que el ex ministro canario ha sido incluso modesto en sus pretensiones.
Rajoy y De Guindos dan por cerrada su elección como nuevo director ejecutivo del Banco Mundial a propuesta de España, pero Soria, apuntan, habría podido optar a un cargo público mayor y mejor remunerado en EEUU. Así lo aseguró el ministro de Economía en funciones: «Podría haber pedido y conseguido perfectamente una oficina comercial de España en EEUU, que está mejor pagado y por más tiempo». Soria ganará en el Banco Mundial 226.500 euros anuales libres de impuestos hasta octubre de 2018.
Frente a la frialdad de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y, entre otros, los presidentes autonómicos Cristina Cifuentes y Juan Vicente Herrera, Rajoy expresó calor hacia Soria, dimitido el pasado abril después de que EL MUNDO informara de que tuvo una empresa en el paraíso fiscal de Jersey de la que no había informado tras aparecer en los papeles de Panamá.
En conversación informal con los periodistas desplazados al G-20 en China, Rajoy se mostró muy molesto con las críticas a la designación de José Manuel Soria para el Banco Mundial. «Si un funcionario no puede volver a ser funcionario… ¡Esto qué es!». Descartó igualmente que el nombramiento obedezca a razones políticas: «No es una decisión ni del ministro (…) Yo ni sabía que existía este cargo en el Banco Mundial».
Rajoy admitió que Soria le avanzó que solicitaría el puesto, pero que no se planteó que fuera a ser polémico. «Si no somos un poco justos con la gente, haremos un país complicado», dijo el presidente.
También el ministro de Economía, desplazado al G-20, defendió el «derecho» de su ex compañero de Gabinete a ocupar la principal silla de España en el Banco Mundial. «No se le puede decir que no», declaró en conversación informal.
De Guindos resaltó que Soria tenía el derecho preferente a esa plaza de director ejecutivo como técnico comercial del Estado y ex alto cargo en el Gobierno, de acuerdo con las normas de la Comisión de Evaluación del Ministerio de Economía, que dan más prioridad a quien más altos puestos ha ocupado en la Administración. No concedérselo habría sido incluso ilegal, según su versión. «No es un nombramiento político, si lo hubiera sido, yo no lo habría llevado al Consejo de Ministros y Soria no lo habría solicitado». El ministro también admitió, como Rajoy, que sabía desde hace varias semanas el deseo de Soria de obtener este cargo.
«Se trata de un puesto estrictamente administrativo», subrayó, recordando que el ex líder del PP canario no está imputado ni sometido a ningún procedimiento judicial que cuestione su idoneidad. «Esto no es un escándalo», sentenció, aunque se mostró dispuesto a explicarlo en el Parlamento.
El ministro de Economía en funciones justificó haber anunciado la designación de Soria como director ejecutivo del Banco Mundial en la noche del pasado viernes «por ser el último día» en que se debía proceder a la decisión. Preguntado que por qué justo se informó tras perder Rajoy la votación de investidura, explicó que él ordenó que se difundiera el comunicado a las 14.00 horas de Washington, sede del Banco Mundial, que coincide con las 21.00 horas españolas, según su versión. En realidad la diferencia horaria son seis horas con Madrid, no siete.
Rajoy y De Guindos descartaron que la polémica por la designación pueda influir en las negociaciones para la investidura. El presidente se mostró al respecto firme en mantener su derecho a gobernar. «Nadie me ha dicho jamás que deje de ser el candidato del PP», afirmó, dando su palabra de que ni Pedro Sánchez ni Albert Rivera le han planteado su retirada de escena para facilitar la formación del Ejecutivo en ninguna reunión mantenida con ellos. «No voy a renunciar al derecho del PP a formar Gobierno», insistió, y con él al frente. «Estoy estupendo», recalcó el presidente del Gobierno en funciones tras relativizar la derrota en la votación: «Se ha perdido y punto».
EL MUNDO – 05/09/16