ABC 03/11/16
· La relación de los ministros con el Parlamento, clave en la nueva etapa
Mariano Rajoy desvelará hoy la composición de su Gobierno, cinco días después de ser investido presidente en el Congreso, y sin haber dejado escapar nada sobre sus planes. «El mutismo es absoluto», afirmaron ayer en La Moncloa, muy cerca del despacho de Rajoy. La nueva situación política, «excepcional», como la definió Rajoy, aporta algunas claves de los puntos fuertes que deberá tener el nuevo Gobierno, y que pasan sobre todo por la necesidad que tendrá que negociarlo todo, día a día, para poder sacar adelante sus medidas.
El PNV pide otro talante Urkullu reclama un «cambio de actitud» en el nuevo Ejecutivo para dialogar con Rajoy
«Nadie sabe nada. Rajoy no habla ni con el cuello de su camisa», comentan en su entorno, donde sí creen que van a producirse «grandes cambios» para afrontar una legislatura especialmente compleja. Hay consenso general en que el perfil del nuevo Gobierno deberá ser dialogante y muy parlamentario, y al mismo tiempo tendrá que moverse muy bien en el ámbito de la comunicación.
La minoría en la que se encuentra el Gobierno va a tener como consecuencia inmediata no solo la imperiosa necesidad de pactar, sino también el hecho de que las explicaciones y comparecencias del presidente y sus ministros serán continuas en el Congreso, porque así lo exigirá la oposición.
Las tres vacantes
Entre los nombramientos en el nuevo Gobierno de Rajoy hay como mínimo tres que deberán producirse a la fuerza, por las vacantes que se han producido durante los diez meses en que han estado en funciones, y que no se han podido cubrir. Se trata de las carteras de Fomento, Industria y Sanidad.
La estructura del Ejecutivo será toda una declaración de intenciones de Rajoy, que ha estudiado con detalle el organigrama de otros gobiernos europeos. Una de las dudas es si pasará de tener una sola Vicepresidencia a crear otra, de contenido económico o social. Al mismo tiempo, otra de las incógnitas que se han mantenido hasta el final es si la actual vicepresidenta mantendrá las mismas competencias que ha tenido hasta ahora. Cuando Rajoy formó Gobierno en 2011, dejó en manos de Soraya Sáenz de Santamaría la Vicepresidencia, la portavocía del Gobierno, el CNI, el BOE, el CIS, la Secretaría de Estado de Comunicación y la de Relaciones con las Cortes.
Otro punto de atención será comprobar si finalmente la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, entra en el Gobierno y en qué Ministerio, y si Rajoy ha buscado un equilibrio entre dos de las mujeres en las que más confía en su quehacer político diario.
Pensar en los socios
En una legislatura en la que el Gobierno de Rajoy deberá tener como base el acuerdo que firmó con Ciudadanos el pasado mes de agosto, y que valió el voto afirmativo del partido de Albert Rivera en su investidura, desde el Ejecutivo saliente y entre los populares consideran que los perfiles de los nuevos ministros deberían encajar bien en el trato diario con los partidos con los que se pretende negociar. Es decir, que no produzcan rechazo.
En ese sentido, otro de los nombres en los que se fijará la atención será el de Jorge Fernández Díaz, hasta ahora ministro del Interior en funciones, que fue reprobado en octubre por la oposición en el Congreso por el caso de las grabaciones. Su continuidad o no en el Gobierno es una de las cuestiones más discutidas por esa oposición.
En el entorno de Rajoy insisten en subrayar la importancia que tendrá la comunicación en esta etapa, para ganarse a la mayoría social en un momento en que están en minoría en el Congreso. «No nos podemos permitir los fallos de la primera legislatura», advierten fuentes parlamentarias.
Mientras, desde el PNV, Íñigo Urkullu reclamó un cambio de actitud en el nuevo Gobierno, para «entender, afrontar y colaborar conjuntamente en las cuestiones que competen a la agenda vasca».