EL MUNDO – 17/05/16
· El PP se presentará como la única alternativa frente a «las izquierdas», en las que incluye a Ciudadanos.
· Parte de la dirección sigue defendiendo que no se rompan puentes con C’s.
El debate latente en el PP sobre cómo enfrentarse a Ciudadanos en este campaña se ha resuelto por ahora con una victoria de quienes sostienen que hay que ir «sin piedad» contra Albert Rivera. Los populares plantean una campaña electoral para el 26-J contra lo que denominan «las izquierdas», un grupo en el que incluyen a la formación naranja. El pacto entre Podemos e IU no ha hecho más que reforzar esa tesis inicial.
El PP se presentará ante los votantes como un partido «moderado» frente a «la suma de las izquierdas», según fuentes de la formación. Y se criticará a Rivera por su alianza con el PSOE durante los cuatro meses de negociación tras las elecciones de diciembre. La idea es que el movimiento de Ciudadanos hacia el centroizquierda les ha dejado libre el espacio de centroderecha. Una posición que se completa con la pérdida de Podemos de su condición de partido transversal, capaz de atraer a todo tipo de votantes, después de su alianza con IU. Aunque este acuerdo pone en riesgo algunos de los diputados conseguidos por el PP gracias al último escaño, la identificación de Podemos con IU facilita a Mariano Rajoy su discurso.
A falta de que las elecciones del 26-J pongan de nuevo a prueba el comportamiento de la Ley d’Hondt –el sistema con el que se distribuyen los escaños por provincias a partir de los votos obtenidos–, con cuatro partidos y los designios de la aritmética el PP entiende que parte con una posición ventajosa. Sus apelaciones al voto del miedo es algo que ya exploraron en la campaña anterior, pero el «cuidado con los pactos que pueda alcanzar Pedro Sánchez» se ha sustituido ahora por el «cuidado que vienen los de Podemos». Entienden en Génova que para muchos votantes, con la llegada real de la nueva política a las instituciones y los discursos de Pablo Iglesias en el Congreso, es más fácil visualizar ese temor en este momento que en diciembre.
Con este discurso pretenden los populares recuperar a antiguos votantes que en las elecciones del 20-D optaron por quedarse en casa o se marcharon a C’s. Según el análisis postelectoral de Sigma Dos, las dos grandes vías de pérdidas de votos del PP fueron los abstencionistas –un 15% de sus votantes en 2011 o fallecieron o se abstuvieron– y la fuga hacia C’s –otro 15%–. También un 4,6% se marchó a Podemos.
La estrategia popular se dirige a los dos primeros. Para los abstencionistas va dirigido el voto el miedo. Según fuentes de Génova, es necesario poner sobre el tapete elementos que «muevan a la gente». Para los que se marcharon a C’s, la estrategia es la deslegitimación de este partido como representante del centroderecha. Fuentes populares confirman que harán campaña contra Albert Rivera. «Él también la va a hacer contra nosotros», señalan. «En la anterior decidieron no atacar y piensan que bajaron por eso. Ciudadanos nos echa la culpa de su caída en picado en las últimas dos semanas», afirman las fuentes consultadas.
Esta nueva perspectiva confirma la evolución entre los dos partidos que pugnan por el centroderecha: de la ausencia de crítica en las elecciones anteriores al ataque «sin piedad» en esta.
Fuentes del PP apuntan a tres circunstancias en el deterioro de sus relaciones. Una, el incumplimiento de Rivera de apoyar la lista más votada, amén de su pacto de investidura con Pedro Sánchez. Dos, el distinto comportamiento que exhiben en Madrid o Murcia, donde apoyan al PP, y en Andalucía, donde sostienen al PSOE: son «más duros» en las comunidades populares, denuncian en Génova. Y tres, su intento de acoso y derribo a Mariano Rajoy. Fuentes del PP consideran que «nunca se ha conocido algo así en la historia de la democracia: que un partido se entrometa en la vida interna de otro y le exija que cambie a su dirigente y candidato».
El hecho de que C’s pida ya sin ambages el relevo de Rajoy de manera perenne ha acabado por dinamitar las relaciones. Aunque fuentes del partido aseguran que la sintonía personal entre el presidente en funciones y Rivera «no es mala» y que existe un canal de comunicación continuo entre el director de la campaña y jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, y el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, en la dirección del PP se ha impuesto por el momento la teoría de que pueden sacar más rédito cargando contra ellos.
Esta posición podría variar en función de las circunstancias. En la dirección del partido hay voces que apuestan por un tono «menos agresivo» contra C’s. No exento de críticas, pero sin necesidad de hacer sangre. De hecho, quienes son partidarios del ataque a Rivera asumen que la única oportunidad de gobernar es con su apoyo, si es que juntos se acercan a la mayoría. No obstante, apuntan que el día después de las elecciones ya se verá.
Ahora la batalla es mejorar el resultado con la dificultad añadida de que el pacto entre Podemos e IU les puede birlar el último diputado en algunas provincias. En su discurso en la última Junta Directiva del PP, Moragas aseguró que los pivotes de la campaña son la organización y la comunicación e hizo una llamada a la movilización. Para algunos dirigentes populares el partido está en una situación crítica. Lo estaba –sostienen antes del 20-D y ahora todavía más. Pero incluso ellos admiten que las nuevas elecciones abren un nuevo tiempo muerto en el PP. Su desenlace dictaminará su futuro y el de Rajoy.
CAMPAÑA ‘ON LINE’
· Redes para suplir la publicidad exterior . El PP se volcará en esta campaña en el trabajo en redes sociales para sustituir la desaparición de la publicidad exterior (banderolas y vallas). Para el 20-D ya se nombraron responsables regionales de redes sociales y se activó una red de voluntarios.
· Desbancar del trono a Podemos. El PP admite que el partido de Pablo Iglesias es el que mejor funcionamiento tiene en redes sociales, pero apunta que los segundos son ellos. La polarización entre PP y Podemos se trasladará también así a internet.
· Más radio y TV. Si la campaña del pasado diciembre fue audiovisual, la del 26-J lo será aún más. Génova ya ha ordenado a sus cuadros que haya mucha presencia en radio y televisión.
EL MUNDO – 17/05/16