EL MUNDO – 16/06/16
· Gobernar aunque no se disponga de una mayoría suficiente en el Congreso de los Diputados o sin que medie un acuerdo de investidura previo. Mariano Rajoy se adelantó ayer a una previsible nueva situación de bloqueo tras las elecciones del 26 de junio y planteó una fórmula desconocida para evitar unas terceras elecciones: que gobierne el más votado si no es posible sacar adelante un pacto de gobernabilidad.
Hasta ahora el PP ha defendido siempre que debe gobernar quien tenga más votos frente a posibles alianzas de gobierno entre otras fuerzas parlamentarias. Lo que dijo ayer Rajoy es que se deje gobernar «a quien los españoles den más votos», pero en el supuesto de que «no haya un acuerdo para que alguien tenga mayoría». En la práctica, esto supondría que Ciudadanos, y sobre todo el PSOE, no voten en contra de su investidura y gobierne en minoría, pactando con los grupos parlamentarios cada proyecto de ley que envíe al Congreso de los Diputados.
En declaraciones a los medios de comunicación antes del mitin que pronunció en Zaragoza, Rajoy aseguró que conceder el Gobierno al más votado para superar el bloqueo es «lo más democrático que se puede hacer». «Es bueno que en España se forme un Gobierno sensato y responsable. No podemos estar tanto tiempo en una situación como la que hemos vivido», dijo, en referencia a los seis meses de Gobierno en funciones.
Posteriormente, en su discurso en el mitin insistió en esta idea. Recordó que tras el 20-D, en la línea de lo que sucede en el resto de Europa, ofreció un acuerdo al PSOE e invitó también a Ciudadanos, aunque sus votos no hacían falta. «Vetaron esta posibilidad, pero no pudieron construir una alternativa y por eso estamos convocados otra vez a las urnas». Rajoy aseguró que si el resultado se vuelve a repetir su posición no será distinta. Salvo con una puntualización: «Si no quieren un acuerdo, pido que el partido político que tenga más votos sea el que gobierne este país».
Un Gobierno en minoría es una posibilidad que en Moncloa gana enteros a medida que transcurre la campaña y las encuestas, una tras otra, lanzan un pronóstico muy similar: el PP, primera fuerza política, y el PSOE, relegado a la tercera posición. Ante este escenario, en el Gobierno juegan con la hipótesis «realista» de una investidura facilitada por la abstención de los socialistas. En definitiva, un Ejecutivo popular en minoría como mal menor y con una vida breve por delante.
Sólo esta alternativa permitiría evitar, de momento, las terceras elecciones –algo que todos los partidos dicen querer sortear–, pero alumbraría un Ejecutivo débil, casi imposibilitado para tomar decisiones; la primera de ellas la aprobación de unos Presupuestos, porque se entiende que los socialistas se situarían de inmediato en la oposición.
En Moncloa ven con «preocupación» una situación de este tipo aun cuando el propio Rajoy ha asegurado públicamente estar dispuesto a gobernar en minoría aunque sea «muy difícil». En todo caso, las fuentes gubernamentales afirman que el líder del PP, si como todos los sondeos indican vuelve a ganar los comicios, tenderá la mano al PSOE, ya sea con Pedro Sánchez al frente o con una gestora si éste se retira, ofreciendo en primer lugar una coalición para formar Gobierno en la que los socialistas podrían tener carteras ministeriales que les permitirían «marcar perfil ante Podemos».
En Moncloa consideran que la estrategia seguida por Sánchez desde el 20-D se ha demostrado claramente perjudicial para el PSOE, que «se desangra en votos» y se asoma al abismo del sorpasso de Podemos. Aunque aseguran no querer entrar en sus asuntos, ven a los electores socialistas confundidos dando por hecho que su partido quedará relegado y que, si sigue en pie la negativa a pactar tanto con Podemos como con el PP, lo único que propiciará será otra repetición electoral.
EL MUNDO – 16/06/16