EL MUNDO – 08/04/16
· El PP considera «imposible» el pacto que busca el PSOE: «Es mezclar agua y aceite».
· En el Partido Popular y en La Moncloa se sintieron ayer cargados de razón. Nadie se mostraba sorprendido.
La reunión a tres naufragó en cuestión de dos horas como barruntaban los populares que, a su término, y por boca del portavoz parlamentario, Rafael Hernando, no hicieron sino constatar que el pacto que persigue Pedro Sánchez sumando las voluntades y los votos de PSOE, Podemos y Ciudadanos es un «imposible», un ejercicio tan inútil como «mezclar agua con aceite». En definitiva: «Nada».
El fracaso parece estar sobre la mesa y anticipa, ya con poco margen para la duda, una nueva convocatoria de elecciones. Sin embargo, y aunque ante este nuevo panorama se dan todas las condiciones para que Mariano Rajoy haga por fin la llamada definitiva al líder del PSOE para hacer valer su propuesta de gran coalición, todo indica que el presidente del Gobierno en funciones y líder del PP seguirá a la espera, aguardando a que sea el propio Sánchez quien dé su brazo a torcer.
Anoche, el portavoz parlamentario lo confirmó: «Estamos dispuestos a hablar, pero debe ser él [Pedro Sánchez] quien debe decirnos antes si también está dispuesto. Nosotros no podemos hacer nada más». En otras palabras, el PP da por lanzado públicamente el mensaje al líder socialista, pone la pelota en su tejado y le insta a dar, también públicamente, una respuesta.
Más aún, Hernando señaló la evidencia de que cada vez hay menos días y menos posibilidades de evitar la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevos comicios. «Al final algunos tendrán que explicar por qué han impedido el acuerdo», advirtió.
Y es que el PP recalca que sólo hay dos opciones, o el multipacto de la izquierda con los independentistas, que es el que, ahora, en su opinión, persigue el líder del PSOE «en su obsesión por ser presidente», o la gran coalición que plantea Rajoy desde el 21-D integrada por PP, PSOE y Ciudadanos.
Por el momento, no albergan demasiadas esperanzas de ver un cambio en Ferraz, máxime cuando ayer apreciaron en el portavoz socialista, Antonio Hernando, una tendencia a «estirar el chicle» de un acuerdo a tres que nació muerto aunque él se resistiera como «un zombie» a aceptarlo.
Sólo se explican esta actitud en el presunto intento de Sánchez de buscar un «divorcio» con su hasta ahora socio, Ciudadanos, para «hacer una pirueta» en busca del acuerdo con Podemos.
En el PP dicen tenerlo todo meridianamente claro: «Sánchez sigue con su obsesión, pero ni la aritmética ni la química ni los principios le dan para ello».
Mantiene que la reunión de ayer, rodeada de expectación mediática, se diluyó como una pastilla efervescente, eyectando burbujas que desaparecen al instante. Fue, señaló su portavoz, un episodio más del «estrambote» que protagoniza el líder socialista desde hace ya tres meses y en el que ha acabado cayendo incluso en la «falta de respeto a los españoles».
«Aquí», advirtió Hernando, «no se trata sólo de sacar adelante una votación, de conseguir una investidura; se trata de gobernar el país. Sánchez está jugando con fuego y acabará quemándose. Está empecinado en su error y no se da cuenta de que ya es tiempo de cambiar, de admitir que fue él quien perdió las elecciones y que todos estos intentos, estas entradas y salidas, son para nada porque no dan».
EL MUNDO – 08/04/16