EL PAÍS 23/04/14
· El presidente aleja las opciones de diálogo
· Denuncia el desastre que supondría la secesión para Cataluña.
· El jefe del Ejecutivo pide “imaginación” a los nacionalistas
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, alejó este martes las posibilidades de abrir un diálogo inmediato para salir de la situación creada en Cataluña por el desafío soberanista del Gobierno de Artur Mas. Al menos ese diálogo será imposible, según dio a entender Rajoy en el Senado, mientras se mantenga la convocatoria de la consulta para el próximo 9 de noviembre. Las posiciones entre el Gobierno y la Generalitat siguen enconadas sin atisbo de salida próxima.
El jefe del Ejecutivo retomó en la sesión de control al Gobierno en el Senado la actividad pública tras el paréntesis de Semana Santa y anticipó las líneas de su política para los próximos meses y, especialmente, para la campaña electoral de las europeas del 25 de mayo. Esas líneas serán la referencia permanente a la salida de la crisis económica, por un lado, y una posición contundente contra las posiciones independentistas que alienta el Ejecutivo de Artur Mas.
En esa comunidad y en Andalucía se juega el PP sus opciones en las europeas. En la primera utiliza el argumento de la corrupción, al hilo de procesos judiciales abiertos como el de los ERE, y en la segunda refuerza el del PP como garantía para España frente al desafío soberanista.
Los argumentos que desplegó en el Senado no difieren mucho, salvo en el tono de hartazgo que utilizó, de los esgrimidos el pasado 8 de abril en el debate del Congreso donde se rechazó la consulta en Cataluña. Rajoy se mostró más contundente y enérgico que entonces frente a CiU, cuyo portavoz en el Senado, Josep Lluis Cleries, le formulaba la pregunta.
El presidente mantiene la puerta cerrada al diálogo mientras siga en pie la convocatoria de la consulta, dejando en manos de los partidos nacionalistas e independentistas catalanes la salida. “Claro que queremos dialogar, pero no olvide que ni el Tribunal Constitucional ni las Cortes admiten el referéndum porque es ilegal, y, por tanto, les corresponde a ustedes decir ahora qué quieren que hagamos”, le respondió al senador de CiU, añadiendo la resolución de la inmensa mayoría del Congreso a los argumentos legales que hasta ahora había defendido para rechazar la consulta independentista.
Rajoy emplazó a los nacionalistas a presentar una propuesta de salida y pidió al Gobierno de Mas “imaginación” para encontrar esa vía que permita abordar soluciones al conflicto territorial creado. Lo hizo después de reprochar a Artur Mas, sin mencionarle expresamente, que pida diálogo tras poner en marcha la consulta. Lamentó haberse enterado por los medios de comunicación de que “la CUP, los antiguos comunistas, ERC y CiU” decidieron unilateralmente fijar fecha y pregunta para un referéndum. “Así es muy difícil dialogar”, dijo el presidente para enfatizar ese malestar con Mas que, según él, impide la solución.
El presidente reiteró que nunca ha habido más autogobierno en Cataluña, que en ningún otro país hay tal nivel de descentralización y reprochó a los nacionalistas catalanes “no darse cuenta de por dónde va el mundo”.
“Durante estos treinta años, España ha sido uno de los países que más ha crecido del mundo, con una Constitución democrática garante de nuestros derechos y nuestras libertades, con una Constitución que nos ha permitido integrarnos en Europa, con el mayor autogobierno de la historia, pues dígame un solo año en la historia de España con mayor autogobierno del que hay hoy. ¿Cómo entonces me viene a hablar aquí de quitar competencias, cuando estamos hablando de renunciar a la moneda, de renunciar a la política monetaria, a la política cambiaria, de que las cifras de déficit y de deuda las marque la Unión Europea? ¿No se dan cuenta ustedes de por dónde va el mundo?”, replicó a las acusaciones de haber tomado decisiones legales centralizadoras.
Su posición la reforzó con el catálogo de efectos negativos de todo tipo que tendría para los catalanes esa independencia: “Empobrecimiento de Cataluña, salida de la Unión Europea, salida del euro, salida del Banco Central Europeo, de los tratados, efectos en el comercio y aislamiento de un mundo que cada vez se integra más”.
Cleries, portavoz de CiU, teatralizó su intervención al acercarse al escaño de Rajoy para hacerle un regalo adelantado de Sant Jordi: un ejemplar del libro Els altres catalans (Los otros catalanes), de Francesc Candel, que habla sobre la pluralidad de la sociedad catalana. Rajoy lo recibió con cara de sorpresa y educado apretón de manos.
“Respeto todos los sentimientos”, le dijo a su interlocutor, para a continuación pedir a los representantes de CiU que respeten los sentimientos diferentes de los suyos. “El afecto me ayuda a cumplir con mis obligaciones como gobernante, a buscar el interés general y a no jugar con los sentimientos de los demás, y si el afecto le parece un motivo de sorna, a mí me parece un motivo de respeto, como el que le tengo a usted y el que espero que usted me tenga a mí», concluyó.
Extracto del discurso de Mariano Rajoy en el Senado:
El límite, la ley. “Yo defendí [en el debate del 8 de abril] algo que tengo la obligación de defender porque soy el presidente del Gobierno, y usted también porque es un senador, que es la legalidad. Y defendí […] que no se podía privar al conjunto del pueblo español del derecho a decidir sobre lo que quieren que sea su país. Lo hice porque es mi obligación, y también es la suya, señor Cleries. Y esta posición obtuvo el voto de la inmensa mayoría de los diputados del Congreso […] que son los que tienen capacidad para decidir sobre este asunto […] Algunos falsean las palabras. Derecho a decidir, sí, ¿pero quién decide quienes son los que tienen que decidir? ¿Por qué ustedes no quieren que muchísimos españoles decidan sobre lo que haya de ser su país? Derecho a votar, sí, pero solo cumpliendo lo que establece la legislación vigente”.
Las consecuencias de la secesión. “Tengo la obligación de explicarlo: empobrecimiento de Cataluña, salida de la UE, salida del euro, salida del BCE, de los tratados, efectos en el comercio y aislamiento de un mundo que cada vez se integra más. Es decir, el camino contrario a aquel hacia el que va el conjunto del mundo”.
Diálogo, pero sin hechos consumados. “Créame que yo estoy a favor del diálogo, pero es muy difícil dialogar cuando uno se entera a través de los medios de comunicación [de que] ustedes deciden convocar unilateralmente un referéndum, fijar la fecha y las preguntas y no tienen a bien comunicárselo ni al Gobierno de España ni a las Cortes Generales, que algo tendrán que opinar. ¡Claro que queremos dialogar! Pero ni el Constitucional ni las Cortes admiten ese referéndum porque dicen que es ilegal. Les corresponde a ustedes decir ahora qué quieren que hagamos. ¿Le pide al presidente del Gobierno que se salte la voluntad de las Cortes, la soberanía nacional y las sentencias del Constitucional? Eso no puedo. Por tanto, imaginación, señor Cleries”.