EL CONFIDENCIAL 13/06/13
Cerrado el acuerdo con Alfredo Pérez Rubalcaba para acudir al decisivo Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio con el aval del principal partido de la oposición, el Gobierno intenta sumar al pacto a los nacionalistas de CiU y PNV, además de a UPyD, para poder presentarse en Bruselas con el respaldo de la práctica totalidad del Congreso. Será una posición ‘de Estado’ más que de Ejecutivo en las cuestiones fundamentales que afectan a los intereses de España: unidad bancaria, crédito directo a las pequeñas y medianas empresas y planes para el fomento del empleo para jóvenes.
Mariano Rajoy y el secretario general del PSOE cerraron el acuerdo a mediodía de ayer sobre los asuntos en que ya estaban de acuerdo desde el mes pasado, cuando el Gobierno trazó sus principales posiciones para el Consejo Europeo. Desde entonces las conversaciones se han centrado en la fórmula y el momento en que se plasmaba el pacto sobre un texto que ha elaborado el Ministerio de Asuntos Exteriores, en concreto el secretario de Estado para las relaciones con la UE, Íñigo Méndez de Vigo.
Rajoy quiere ir con el aval de las Cortes casi en pleno (al menos con el de las fuerzas ‘homologadas’ en la Eurocámara como son los socialistas) y Rubalcaba necesita hacer un paréntesis en su tarea de oposición más radical para dar en algún asunto de interés general imagen de hombre de Estado. En fuentes del Gobierno reconocen que no ha habido problema de fondo alguno para cerrar el acuerdo porque todos los puntos que incluyen son de obvio interés para España por incidir en las urgencias de la recuperación económica. «El pacto estaba hecho desde el principio, sólo quedaba la escenografía», admiten en medios oficiales.
Antes del fin de semana se remitirá el contenido de la iniciativa parlamentaria al registro y habrá una votación en la última semana de junio en el pleno del Congreso, justo antes de que se reúna el Consejo Europeo. Los cinco ejes del documento ya cerrado son los mismos que Rajoy repite en las últimas semanas: que hay que concretar medidas para la financiación directa a través del Banco Europeo de Inversiones de las pequeñas y medianas empresas, acelerar al máximo posible el plan de empleo juvenil europeo; que conviene estimular inversiones con fondos europeos, que toca avanzar en la unión bancaria y que hay que dar más pasos en la construcción del mercado interior de la UE.
Ahora queda la tarea de sumar al acuerdo a los principales grupos nacionalistas, CiU y PNV, y al partido de Rosa Díez, los tres un tanto molestos con que no se les haya consultado al mismo tiempo que a los socialistas. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se entrevistó con Josep Antoni Duran el pasado lunes y los portavoces parlamentarios del Grupo Popular, Alfonso Alonso, y del PSOE, Soraya Rodríguez, también se han dirigido a los demás partidos.
Para hoy mismo, populares y socialistas han convocado una nueva reunión por si quieren presentar alguna aportación, pero ya contra reloj porque el texto definitivo tiene que estar en el registro del Congreso mañana por la tarde. Izquierda Unida se queda fuera porque, ante su apuesta por el radicalismo en todo, PP y PSOE no pueden aspirar a que se sume a posición de Estado alguna. IU se opone al pacto de estabilidad en la UE y pretende que el Gobierno ‘se plante’ ante Bruselas.