ABC 02/08/16
· La Moncloa confía en que no se produzca un «portazo» de Sánchez y Rivera, y se deje abierta una vía para el diálogo que permita una negociación
El presidente Mariano Rajoy llega hoy a su encuentro con Pedro Sánchez –el segundo desde las elecciones del 26J– con la agenda abierta. Todo es negociable, apuntan en el PP, salvo las líneas rojas evidentes de la unidad de España y la soberanía nacional; sobre todo lo demás, los populares están dispuestos a hablar y, si hay un mínimo de voluntad por la parte socialista, a entenderse. Incluso han vuelto a reiterar su oferta de sostener a los gobiernos del PSOE en aquellas comunidades y ayuntamientos donde desde las elecciones municipales y autonómicas de mayo los socialistas gobiernan gracias a pactos con Podemos o sus confluencias.
Así lo explicó ayer en Onda Cero el vicesecretario de Comunicación popular, Pablo Casado, quee también se mostró convencido de que se puede avanzar en la negociación si se analiza «en qué estamos de acuerdo después de haber repasado los programas electorales» de PP, PSOE y Ciudadanos.
Voluntad política
En el PP aún se confía en que haya gobierno a finales de agosto. Y su propuesta de dar apoyo territorial a los socialistas no deja de ser un regalo envenenado para Sánchez: puede ocurrir que su interés en rechazar a Rajoy choque con el de algunos de sus barones y/o alcaldes por mantenerse en el cargo. Especialmente, aquellos a los que el acuerdo con Podemos les está resultando un trago más amargo.
En La Moncloa se afrontan las dos reuniones de esta semana, primero con Sánchez y después con Rivera, con «optimismo y preocupación, porque la mecha se va quemando sin avances aparentes». El objetivo que se marcan en el entorno de Rajoy para esta semana es que uno de los dos interlocutores deje la puerta abierta a una negociación. «Esperamos que no haya portazo, pero depende de ellos, de su voluntad», explican fuentes de La Moncloa.
Rajoy dispone de muchos documentos con posibles propuestas y con los puntos de encuentro del PP con el PSOE y Ciudadanos, los temas en los que es posible el acuerdo y las discrepancias totales. Estas últimas «son las menos con el PSOE, y con Ciudadanos no existe ninguna insalvable», señalan. De hecho, el PP estaría dispuesto incluso a reformar las diputaciones provinciales para quitarles peso político, y a estudiar un cambio de la ley electoral. En el Gobierno confían en que quede una puerta abierta al diálogo y a eso se agarrará Rajoy. Si el portazo es doble, pedirán explicaciones a los dos por no querer salir del bloqueo.
Respecto a la primera reunión que mantuvo Rajoy con Sánchez y Rivera después de las elecciones del 26 de junio, en La Moncloa creen que el líder del PP llega ahora más reforzado, porque ya es el candidato oficial, y porque el tiempo apremia y la única alternativa serían unas elecciones. La opción del Gobierno de izquierdas aparece cada vez más complicada, tras el desacato de los independentistas al Tribunal Constitucional, que hace prácticamente imposible que se cuente con ellos para una investidura, según comentan en el entorno de Rajoy.
Sánchez: ocho preguntas
Fuentes socialistas señalaron ayer que, lejos de las intenciones de Rajoy, el «objetivo» con el que acude Sánchez a la reunión de hoy es aclarar la «confusión» que el presidente del Gobierno en funciones y el PP han introducido. Siempre según estas fuentes, Sánchez formulará a Rajoy ocho preguntas «claras» para despejar el proceso de investidura: 1/¿Asumirá en todo caso presentarse a la investidura? 2/Si previamente no obtiene el compromiso de apoyo de otros partidos que le garantice ganar la votación de investidura, ¿rechazará la encomienda del Rey para eludir el consiguiente debate y votación en el Parlamento? 3/¿Ha fijado ya junto a la Presidenta del Congreso la fecha del debate? 4/¿Qué plazos contempla? 5/¿Está abierto a alcanzar acuerdos con los partidos nacionalistas conservadores para la
obtención de la investidura, tal y como ha hecho para la constitución de la Mesa del Congreso? 6/¿Permitirá que el Parlamento controle la gestión del Gobierno en funciones 7/¿Comparecerá en el Congreso, tal y como ha solicitado el Grupo Socialista, una vez sea firme el auto de procesamiento del PP por el borrado de los discos duros de Bárcenas? 8/¿Permitirá el Grupo Popular crear la Comisión de Investigación en el Congreso sobre el caso Jorge Fernández Díaz?
Unas preguntas que ayer mismo respondían desde el PP, donde consideraron que «ninguna de ellas hace referencia a lo que preocupa a los españoles: la construcción de un gobierno». Fuentes populares recordaban a Sánchez que estas son «preguntas que competen al ejercicio de la oposición, pero para que haya oposición tiene que haber un gobierno», recordaban.
Rajoy «despreció» el pacto
Pedro Sánchez no tiene ninguna intención de cambiar del «no» a la abstención, porque «ni Rajoy ni el PP pueden tener nunca el apoyo del PSOE», explicó ayer la portavoz adjunta del Grupo Socialista, Isabel Rodríguez. A su juicio, no tiene sentido que Rajoy quiera ahora debatir con PSOE y Ciudadanos parte del acuerdo que ambos partidos suscribieron en la pasada legislatura, porque entonces Rajoy «despreció» ese pacto. Una opinión similar a la expresada por el portavoz del Grupo Socialista en el Senado, Óscar López.